Para el sector automotriz, el plan de infraestructura presentado por el gobierno y la iniciativa privada es una forma para reactivar la venta de automóviles en el país.

Aunque, el efecto no se verá reflejado en números para este año. Será en el mediano plazo.

“(El plan de infraestructura) es una oportunidad necesaria y hay que esperar a que las cosas sucedan. En el corto plazo será poco el efecto y cerraremos el año con los pronósticos que tenemos, independiente a lo que se implemente en el programa”, dijo Oscar Albín, presidente ejecutivo de la Industria Nacional de Autopartes (INA) en videoconferencia.

Las expectativas respecto a la comercialización de vehículos ligeros para el cierre de este año es una contracción de 28.3%, comparada con las ventas de 2019, de acuerdo con la última estimación de la Asociación Mexicana de Distribuidores Automotores (AMDA).

“La inversión del área de infraestructura es fundamental y debe ser un gran impulsor en la economía en general y esto sí va a reactivar parte importante de las ventas de todo tipo, incluido de vehículos”, comentó José Zozaya, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).

Esta semana, la administración encabezada por Andrés Manuel López Obrador, presentó la primera fase compuesta por 32 proyectos de inversión que iniciarán en 2021 y que suman 259,195 millones de pesos, de los cuales al menos 50% será financiado por la iniciativa privada.

Plan de infraestructura es apenas una “aspirina” para afrontar la crisis 

Las ventas acumuladas del año están a niveles de 2011 y 2012, y según estima la AMDA, será hasta 2024 cuando se tenga un numero mayor de vehículos vendidos a lo reportado al cierre de 2019, cuando se pusieron en el mercado 1.3 millones de unidades.