El CEO de BioNTech, Ugur Sahin, dijo que junto a su socio Pfizer podrían tener la capacidad para producir 3,000 millones de dosis de la vacuna contra el COVID-19 el próximo año.

Aunque BioNTech podría aumentar la capacidad de fabricación en principio, depende de la demanda y de factores como el requisito de un impulso adicional a las vacunas, dijo Sahin en entrevista con Bloomberg. 

La demanda por las vacunas está creciendo a nivel mundial, pues los gobiernos buscan reactivar la economía lo más pronto posible: desde regresar a los niños a las escuelas y que las personas regresen a los centros comerciales.

Tenemos una cartera de 1,300 millones de pedidos, que ya está fijada. Estamos discutiendo dosis adicionales – cientos de millones de dosis como opciones – con organizaciones gubernamentales,

dijo Sahin

Las dos compañías se han comprometido a producir este año 2,000 millones de dosis de su vacuna de dos inyecciones, cuya efectividad es de 95%.

Pfizer prometió enviar dos tercios del pedido de 300 millones de dosis a Estados Unidos para finales de mayo. Mientras que en la Unión Europea, los socios han prometido enviar al menos 500 millones de dosis este año, con la opción de 100 millones de dosis adicionales.

Para este año, Pfizer ha proyectado alrededor de 15,000 millones de dólares en ingresos por las ventas de la vacuna COVID-19, y el CEO, Albert Bourla, dijo que el precio de la inyección podría aumentar.

Otro factor que impacta en el aumento de la demanda de vacunas es la preocupación de los gobiernos ante nuevas cepas de coronavirus.

Las preocupaciones sobre las versiones mutadas del virus también pueden impulsar la demanda si evolucionan nuevas variantes con la capacidad de evadir las vacunas actuales. BioNTech ya está discutiendo posibles pedidos de refuerzos,

dijo Sahin

Al respecto,  los socios han dicho que están planeando una prueba en humanos de una nueva vacuna que es específica para una variante particularmente a la que surgió en Sudáfrica y de la cual esperan obtener más datos dentro de seis y ocho semanas. 

“Ahora entendemos que la evolución del virus puede resultar en nuevas variantes que vienen con nuevas características biológicas y médicas. El mundo entero no estaba preparado para esta pandemia y ahora entendemos que esto podría volver a suceder”, planteó Sahin.