Pfizer “no conspiró con nadie” para retrasar la publicación de los resultados de la vacuna contra COVID-19 que desarrolló con su socio alemán BioNTech hasta después de la elección presidencial en Estados Unidos, dijo este martes el jefe de la empresa, Albert Bourla.

“Las elecciones siempre fueron una línea artificial para nosotros. Puede haber sido muy importante para el presidente, pero para nosotros no”, dijo Boula en un evento organizado por el New York Times.

“No recibí ninguna presión per se para hacer algo que no fuera apropiado… Nunca hubiera hecho algo como eso”, dijo.

La semana pasada, Pfizer y BioNTech dijeron que su vacuna tenía una efectividad superior al 90% en la prevención del COVID-19, basado en análisis iniciales.

Bourla había sugerido originalmente que las compañías tendrían resultados de la vacuna para finales de octubre, pero estos no fueron publicados sino hasta el 9 de noviembre, casi una semana después de las elecciones.

El presidente Donald Trump, quien perdió la posibilidad de reelegirse frente al demócrata Joe Biden, había asegurado al público en repetidas ocasiones que su administración seguramente encontraría una vacuna exitosa a tiempo para las elecciones.

En Twitter, el presidente afirmó, sin dar pruebas, que Pfizer “no tuvo el valor” de anunciar sus resultados antes de la elección.

Bourla también dijo que la compañía ya ha alcanzado la meta de seguridad requerida por la Fase III de las pruebas de la vacuna, que conlleva dos meses de datos de seguimiento para alrededor de la mitad de los 44,000 participantes.

El director dijo que Pfizer actualmente se encuentra preparando datos para presentarlos a los reguladores de salud.

Una semana después del anuncio de Pfizer, Moderna dio a conocer que su vacuna contra el COVID-19 tiene una efectividad superior al 94.5%.