La semana pasada la Secretaría de Energía aprobó a Petróleos Mexicanos 64 asignaciones de exploración y extracción de hidrocarburos que se suman a las reservas que la empresa productiva del Estado tendrá que trabajar por sí sola, si se mantiene la postura de la administración de López Obrador de no asociarse con empresas privadas, es decir cancelar nuevos farmouts.
Pemex tiene retos importantes de recursos humanos y monetarios(…) Puede adquirir tecnología, pero el problema no es ese, sino que no tiene la experiencia de hacerlo solo. En general, las empresas que ya tienen experiencia en aguas profundas prefieren ir en asociación con otras porque los riesgos son muy altos. Eso pasa en todo el mundo
Rodrigo Favela, Socio, HCX
La semana pasada, el Financial Times reportó que la administración de López Obrador volvería a establecer alianzas con empresas privadas el próximo año, en un esfuerzo por evitar una nueva caída en la calificación de Pemex.
De acuerdo con un funcionario que habló con el periódico inglés, la exploración en aguas profundas sería exclusiva de privados, quienes reconocen al Golfo de México como una alternativa atractiva, aunque de alto riesgo.
Favela explicó que un retorno a los modelos de farmouts sería un avance para Pemex, debido a que atrae más recursos para la empresa mediante una mayor certidumbre para los inversionistas. Esto permitiría también involucrar a empresas que ya tienen experiencia en exploraciones similares.
Antes de la publicación del reporte de Financial Times, el Gobierno había insinuado que podrían establecerse contratos de servicios integrales. Los expertos coincidieron en que estos contratos suelen ser más caros que los farmouts porque “una asociación promueve la eficiencia, si me contratas por servicios, mientras más servicios ofrezca más gano”. Esta situación es más evidente en un proceso de prueba y error, como lo es la exploración.
Los contratos de servicios suelen ser menos flexibles porque Pemex diseña el plan de trabajo y sólo contrata a una empresa para que lo lleve a cabo. En estos casos es Pemex el que absorbe todos los riesgos
Arturo Carranza, especialista en energía, Instituto Nacional de Administración Pública
Esta absorción de riesgos es la razón principal por la que la administración estaría dispuesta a regresar a los farmouts; además de fusionar las capacidades de Pemex y los privados, esta figura es la única que permite reducir el riesgo al que se enfrenta la petrolera.
Las 64 nuevas asignaciones comprenden 61,180 kilómetros cuadrados, los que la Secretaría de Energía espera que sumen reservas por 989.1 millones de barriles de petróleo crudo equivalente a las reservas 3P, es decir: probadas (90% de certeza), probables (50%) y posibles (10%).
Según datos de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, a enero de 2018 las reservas 3P sumaban 19,419.8 millones de barriles de crudo, por lo que las nuevas asignaciones representan un aumento de alrededor del 5%.