Petróleos Mexicanos (Pemex) reportó este lunes una pérdida de 87,359 millones de pesos durante el tercer trimestre del año.

La cifra contrasta con la ganancia que registró en el mismo periodo de 2018 por 26,780 millones de pesos.

La petrolera informó en su reporte financiero que entre los factores en contra estuvieron menores precios de la mezcla mexicana de exportación y las referencias de las gasolinas y diésel, así  como menores volúmenes de exportación de petróleo como consecuencia de una baja de la producción.

Expuso que la pérdida trimestral también reflejó una pérdida cambiaria de 35,500 millones de pesos frente a la utilidad cambiaria de 94,700 millones en el tercer trimestre de 2018.

Esa pérdida, agregó, se originó dada la depreciación del peso  frente al dólar estadounidense en el periodo.

Pemex acumuló cuatro trimestres consecutivos de pérdidas netas.

Ingresos caen

La alicaída firma, sujeta a un plan de rescate por parte del gobierno de Andrés Manuel López Obrador y bajo la lupa de agencias calificadoras, tuvo una caída del 20% anual en sus ingresos a 350,487.6 millones de pesos.

La empresa atribuyó la caída de los ingresos a un descenso en los precios de referencia de las gasolinas y diésel, así como a una disminución en los volúmenes de venta de estos combustibles por una pérdida de mercado dada la entrada de nuevos competidores, y a la caída del precio de la mezcla mexicana de exportación.

Disminuye deuda

En su reporte financiero, Pemex afirmó que su deuda financiera bajó 6.1% respecto al cierre de 2018 a 99,600 millones de dólares.

La empresas adjudicó la baja a un prepago de deuda que se realizó en el trimestre, así como por la reclasificación de los arrendamientos financieros a un rubro separado en el balance por la adopción de la norma NIIF-16.

 Se redujo por primera vez en más de una década el saldo neto de la deuda de la compañía,

dijo el director de finanzas, Alberto Velázquez, en conferencia telefónica con analistas.

“Con esta operación, está reduciendo el riesgos de refinanciamiento de Pemex en los mercados internaciones y se fortaleció la posición financiera de la compañía en el corto y mediano plazo”, subrayó, refiriéndose al prepago de deuda e intercambio de bonos para suavizar los perfiles de pagos.

La deuda de Pemex se disparó durante el gobierno del presidente Enrique Peña y al cierre de su gestión, a finales del 2018, se ubicó en 105,800 millones de dólares.

El presidente Andrés Manuel López Obrador ha prometido sanear las finanzas de la petrolera y apuntalar su estancada producción de hidrocarburos, que ha bajado sostenidamente en los últimos años.

La compañía, en riesgo de perder el grado de inversión, recibió recientemente una inyección de capital por 5,000 millones de dólares desde el gobierno como parte de una estrategia para refinanciar pasivos por poco más de 20,000 millones de dólares.

Cae producción de crudo

La producción descendió 6.7% a 1 millón 694,000 barriles por día en promedio, en tanto el proceso de petróleo en las refinerías se incrementó 2.5% a 657,000 barriles por día.

La firma espera cerrar 2019 con un bombeo promedio de crudo de 1 millón 778,000 de barriles por día y llevarlo a 2 millones 600,000 barriles por día al final del sexenio en 2024, apostando a campos maduros a través de contratos de servicios, aunque analistas ven la meta como muy ambiciosa.

Tenemos expectativas sólidas, muy sólidas de un repunte aún mayor de la producción para el cuarto trimestre del año. No vamos a bajar la guardia seguimos trabajando fuerte para cumplir con las metas de nuestro plan de negocios,

enfatizó Velázquez. 

Con información de Reuters