Para recortar sus gastos, Petróleos Mexicanos ha suspendido contratos con proveedores y prestadores de servicios, informó Bloomberg este miércoles.

En las últimas semanas, Pemex ha suspendido contratos con al menos ocho proveedores y prestadores de servicios petroleros locales e internacionales para reducir el gasto, según dijeron a Bloomberg personas con conocimiento directo de la situación que pidieron no ser citadas.

Las fuentes consultadas por la agencia especializada añadieron que se trata principalmente de cancelaciones de trabajos de mantenimiento en alta mar en centros de aguas someras como Ciudad del Carmen, Campeche, que implican la pérdida de empleos -aunque no se ha estimado cuántos trabajos fueron eliminados- y se espera que esos trabajos se reanuden hasta enero próximo.

Bloomberg buscó a Pemex, sin embargo el vocero consultado declinó hacer comentarios y señaló que tal información no provenía de la compañía.

La empresa registró hasta el cierre del primer trimestre del año, una pérdida neta de 562,200 millones de pesos, principalmente a raíz de la depreciación de la moneda mexicana. Adicionalmente su deuda financiera fue de 104,800 millones de dólares, a lo que se suma la disminución de venta totales.

De acuerdo con su información financiera, las ventas totales disminuyeron 20.3% frente al primer trimestre de 2019 a causa de una baja de 20.7% en las ventas nacionales y de 19.4% en las ventas de exportación.

Pemex enfrenta además el impacto de la caída en los precios del petróleo a causa de la contracción de la demanda mundial por los cierres para frenar la pandemia de coronavirus.

No es la primera vez que la petrolera se ve obligada a congelar contratos. Según datos de Bloomberg, durante la crisis de petroprecios de 2015, alrededor de 10,000 contratistas perdieron su empleo debido a un recorte en los gastos de Pemex.

A principios de esta semana, el periódico Reforma informó que, en esta ocasión, hasta 8,000 trabajadores habían perdido sus empleos debido a los recortes presupuestarios en Pemex que resultaron en la cancelación de 45 contratos por un valor de aproximadamente 160 millones con proveedores de servicios offshore, como Marinsa de México y Cotemar.