La pelea entre el gobierno del estado de Nueva York y la compañía gasera National Grid llegó a su final este martes, cuando la compañía accedió a reactivar el servicio para todos sus clientes, algunos de los cuales habían tenido intermitencias por meses. El conflicto puso el reflector en los problemas provocados por las crecientes necesidades de infraestructura y el comercio de hidrocarburos a través de líneas estatales e incluso nacionales.
Este acuerdo es una victoria para los clientes. National Grid pagará una penalidad significativa por su fracaso al enfrentar los problemas de oferta, su abuso a sus clientes y el impacto económico adverso que han causado
Andrew Cuomo, gobernador, Nueva York
El conflicto comenzó en mayo de este año, cuando el gobierno de Nueva York prohibió a la empresa privada la construcción de un gasoducto de casi 60 km entre Pennsylvania y Nueva York. La compañía argumentó que el proyecto de 1,000 millones de dólares era vital para garantizar el suministro de gas a sus 1.8 millones de clientes, sobre todo dado el crecimiento de la demanda en la región.
De acuerdo con el New York Times, en los últimos seis meses la empresa habría rechazado al menos 3,000 solicitudes de conexión. Este mes, el gobierno de Nueva York dijo a la empresa que, si no aceptaba a todos sus clientes potenciales, perdería su licencia para operar en el estado. National Grid cedió y ahora tendrá 30 días para contactar a los usuarios que había rechazado y 45 días para restablecer el servicio a grandes proyectos comerciales.
El estado de Nueva York es un ejemplo de las complicaciones que pueden mermar a una región que compra su gas a puntos lejanos de extracción. En una carta dirigida a National Grid, el gobernador Cuomo admitió que existen retos para mantener el suministro, pero criticó a la empresa por su inacción y por “apostar toda su estrategia en el gasoducto”, e incluso los acusó de mantener a los neoyorquinos como rehenes de sus propios intereses.
México tiene muchos retos similares a los del estado de Nueva York, los cuales son aún más graves por la poca infraestructura existente y la falta de jugadores en el mercado de comercialización de gas natural.
Se requiere infraestructura para que el gas no se vaya siempre a los mismos puntos de consumo: no llevamos gas natural a las zonas con baja industrialización y esta industrialización se mantiene baja porque no hay gas natural. México tendría que estar ampliando sustantivamente su red de infraestructura de gas desde hace muchísimo tiempo, porque la transportación de la molécula es difícil
Miriam Grunstein, Investigadora asociada al Centro México de Rice University
La producción de gas en Coahuila y Chihuahua también ayudaría a que la molécula tuviera que recorrer menores distancias para satisfacer incluso a los puntos que no son consumidores tradicionales, dijo la experta.
Arturo Carranza, analista del sector energético, también explicó que las regulaciones de Estados Unidos son mucho más rígidas que las mexicanas y están más orientadas a la conservación ambiental, lo que ha tenido como efecto secundario complicaciones en los planes de desarrollo de la infraestructura nacional. “Es un hecho que estas implicaciones ambientales tienen que reducirse al mínimo para poder considerar que un proyecto de infraestructura es exitoso”.
Además de verse obligada a restablecer el servicio, National Grid tendrá que pagar una multa de 36 millones de dólares: 7 millones serán utilizados para compensar a los usuarios afectados y los 29 restantes para financiar energías limpias que buscarán disminuir el apetito de gas natural en la región.