De acuerdo con Scott Moldenhauer, negociador del United Auto Workers (UAW), la nueva oferta de contrato de Stellantis al sindicado carece de garantías de seguridad laboral, por lo que menciona que hay una alta probabilidad de que sea rechazada días antes de la fecha límite.
El presidente de la UAW, Shawn Fain, aún no se ha pronunciado al respecto, pero se espera que la propuesta sea rechazada porque ofrece un aumento salarial similar al 19.5%, además de que no da a los trabajadores una visión clara del futuro que buscan, añadió Moldenhauer.
La nueva oferta de Stellantis está siendo revisada, afirmó el sindicato, sin proporcionar más detalles. Un portavoz, del cual no se dio a conocer su identidad, dijo que la empresa aprobó una quinta oferta que se centró en cuestiones abiertas del subcomité.
Por su parte, a General Motors (GM) tampoco le ha resultado fácil llegar a un acuerdo. La directora ejecutiva de GM, Mary Barra, informó al personal del fabricante de automóviles que las demandas salariales del sindicato eran demasiado costosas.
Este miércoles, la huelga se extendió más allá de Detroit cuando 190 trabajadores del UAW se sumaron a los paros laborales en una planta de ZF en Tuscaloosa, Alabama, que fabrica ejes delanteros para autos de la marca Mercedes-Benz.
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Detroit Three bajo presión
Los tres fabricantes de automóviles de Detroit tienen hasta este jueves para lograr avances significativos respecto a un nuevo contrato, antes de que el UAW planee una ampliación de sus huelgas en Estados Unidos.
El enfrentamiento ha alimentado las preocupaciones sobre una acción industrial prolongada que podría perturbar la producción, afectar la cadena de suministro y dañar el crecimiento económico de Estados Unidos.
El miércoles Stellantis se unió a GM y Ford para despedir a algunos empleados en otras fábricas, debido a los efectos dominó de las huelgas, incluida la escasez de piezas, la limitaciones de almacenamiento y otros problemas.
Se espera que los trabajadores del UAW se manifiesten en una de las dos plantas de ensamblaje de Ford en Louisville, Kentucky, este jueves por la noche en apoyo a los trabajadores en huelga.
La ciudad alberga la planta de ensamblaje de Ford en Louisville y su planta de camiones en Kentucky. Jim Farley, director ejecutivo de Ford, dijo anteriormente que la planta de camiones de Kentucky, que se encarga de ensamblar camiones de la Serie F, es la más rentable de la compañía a nivel mundial.
Los analistas esperan que las plantas que fabrican camionetas de alto margen, como la F-150 de Ford, la Chevy Silverado de MG y la Ram de Stellantis, sean los próximos objetivos si la huelga persiste.
¿Cómo impactará la huelga?
Respecto al impacto de las huelgas en Estados Unidos hubo informes contradictorios. S&P Global Mobility estimó que la huelga está costando a las empresas una producción de unos 3,200 vehículos al día.
Asimismo, dijo que el Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos podría reducirse en 0.39% en el tercer trimestre del año y causar “conmoción” en las cadenas mundiales de suministro.
Las huelgas en curso en la fábricas de camiones de tamaño mediano beneficiará a Toyota Motors, que no tiene sindicatos en sus fábricas estadounidenses y está a punto de lanzar camionetas Tacoma rediseñadas, agregó S&P.
Por otro lado, Mark Stewart, director de operaciones de Stellantis en Norteamérica, dijo a CNBC que su empresa tiene inventarios disponibles para compensar el impacto de la huelga.
Cox Automotive dijo que las compañías afectadas produjeron autos a un ritmo rápido antes del paro laboral, lo que dejó un nivel de inventarios más alto desde abril de 2021.
De acuerdo con una nota de UBS, que citó a Marc Robinson, consultor principal de MSR Strategy, podrían pasar hasta ocho semanas hasta que se resuelva la huelga.
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Con información de Bloomberg y Reuters
