Diez ciudadanos mexicanos presentaron demandas contra Walmart responsabilizándola de no tomar medidas para proteger a sus clientes del ataque ocurrido en una sucursal en Texas, en agosto pasado, donde murieron 22 personas, ocho de ellas mexicanas, informó este miércoles el gobierno mexicano.
“El objetivo de estas acciones presentadas en el Condado de El Paso es responsabilizar a la empresa por no tomar medidas razonables y necesarias para proteger a sus clientes del ataque ocurrido en la sucursal de Cielo Vista en el Paso, Texas”, detalló la Cancillería mexicana en un comunicado.
Los demandantes son familiares de fallecidos, heridos y familiares de los heridos, quienes tomaron medidas legales tres meses y medio después del atroz ataque que conmocionó a México y Estados Unidos, detalló la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Las demandas fueron presentadas por la firma de abogados Lynn Coyle en coordinación con el consulado mexicano en El Paso, una ciudad que es fronteriza con México y donde un 83% de los 680,000 habitantes son de ascendencia hispana.
“Por medio de esta demanda, los peticionarios buscan justicia no únicamente para ellos, sino también seguridad para el público en general”, agregó el comunicado.
El ataque del 3 de agosto, que el gobierno mexicano calificó como un “acto de terrorismo” sustentado en la xenofobia, fue ejecutado por Patrick Wood Crusius, de 21 años.
El agresor declaró ante las autoridades que entró a la tienda de Walmart y abrió fuego usando un rifle de asalto AK-47 contra múltiples víctimas, aunque precisó que “su objetivo eran los mexicanos”.
El mes pasado, Crusius se declaró no culpable del cargo de asesinato múltiple. La fiscalía de El Paso dijo que pediría la pena de muerte.
El ataque dejó también una veintena de heridos, ocho de los cuales eran mexicanos.
La cancillería sostuvo que continuará utilizando “todos los recursos a su alcance” para evitar que este tipo de incidentes se repitan y para reparar los daños sufridos por las víctimas.
A inicios de septiembre, la minorista estadounidense anunció que dejaría de vender municiones para pistolas y algunos rifles de estilo militar, y calificó de “inaceptable” la situación del control de armas en ese país.
También dijo que pediría a sus clientes no portar armas dentro de sus tiendas, un práctica que es legal en varios estados de Estados Unidos.
Un nuevo tiroteo en un supermercado Walmart en Duncan, Oklahoma, dejó tres muertos el lunes, entre ellos el presunto autor del ataque.