Maxcom cumplirá 25 años de haber sido fundada, en medio de desafíos y con un negocio que cerró definitivamente.

La empresa de telecomunicaciones, al igual que otras del sector, enfrentó los embates de la pandemia, pero que en los últimos años ha lidiado con otros obstáculos para sobrevivir en la industria. Uno de los hechos más relevantes para la compañía en 2020 fue el cierre definitivo de su negocio residencial, con fecha al 31 de diciembre.

Maxcom está ejecutando actualmente el plan de desconexión de clientes, cierre de centros de atención y desmantelamientos de sitios y red de cobre, a la espera de concluir con todas las actividades durante el segundo trimestre de 2021.

El ingreso generado por la unidad de negocios residencial al cierre de 2020 fue de 15 millones de pesos, con lo que mantuvo su participación en la mezcla de los ingresos de manera secuencial, una cifra 33% inferior a la presentada en el cuarto trimestre de un año antes.

Durante la pandemia

Ante la contingencia y a fin de mantener la liquidez y contener el gasto, durante el primer semestre de 2020, Maxcom desarrolló un escenario financiero y de operación de mínimo consumo de caja para enfrentar los retos de este año.

En abril del año pasado, a un mes de que la pandemia llegara a México, la compañía pactó con sus colaboradores una reducción de salario y prestaciones que representó un ahorro en nómina de 10 millones de pesos en un periodo de mayo a octubre.

Además, como parte de la estrategia derivada de la pandemia, la firma disminuyó 12% su plantilla, al cerrar el año con 232 empleados.

Antes de la pandemia

Pero antes de la contingencia sanitaria, en 2019, Maxcom se acogió al amparo del Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos por segunda vez en un lapso de seis años, con el objetivo de facilitar la reestructura de su deuda.

Posteriormente, casi a mediados de 2020, Maxcom se enfrentó a la suspensión para la obtención de una línea de crédito por 200 millones de pesos luego de que el Sistema de Administración Tributario (SAT) le requiriera cumplir con el pago de impuestos de 2015 por más de 600 millones de pesos.

¿Y ahora qué?

La compañía firmó en mayo de 2020 el primer convenio de Reconocimiento y Reestructuración de Adeudos con Bancomext, formalizándose por esta vía la recalendarización de pagos sobre el crédito otorgado a Maxcom el 14 de octubre de 2015 por 150 millones de pesos.

El adeudo que Maxcom presentaba en ese momento era de 12.5 millones de pesos.

La recalendarización permitió no tener que realizar pagos de principal por el periodo de mayo 2020 a enero 2021, aunque los pagos se retomaron en marzo y durante los siguientes 20 meses, a fin de que el crédito concluya en octubre de 2022.

La compañía realiza de forma anual, pruebas de deterioro sobre sus sistemas y equipo de red de telecomunicaciones y sus activos intangibles, toda vez que los eventos o cambios en las circunstancias indican que el valor contable puede no ser recuperable.

Es decir, una pérdida por deterioro es reconocida por la diferencia entre su valor en libros del activo sobre su importe recuperable.

Al evaluar el valor en uso, los flujos futuros de efectivo estimados se descuentan a valor presente utilizando una tasa de descuento antes de impuestos que refleje las evaluaciones de mercado actual del valor del dinero atribuible al factor tiempo y los riesgos específicos al activo.

Después de hacer un análisis en conjunto con nuestros auditores externos con el objetivo de revaluar los activos de larga duración y revisar las vidas útiles asignadas a los mismos, se determinó un deterioro de su valor de 95 millones de pesos.

A finales de octubre de 2020, Maxcom celebró un contrato de derecho irrevocable de uso, goce y explotación de canales ópticos y derecho de uso de fibras ópticas en diversas rutas de larga distancia de la compañía, por un total de 3.8 millones de dólares.

En los primeros meses del año, Maxcom había cobrado el 50% de la contraprestación (1.9 mdd), en tanto que el resto se cobró durante marzo de este año.