Cada vez son más las empresas multinacionales que planean detener su gasto en publicidad en Facebook para julio, debido a que la red social no está haciendo lo suficiente para detener el discurso de odio en sus plataformas, lo que impactó su rendimiento dentro de la Bolsa de Nueva York, de acuerdo a una nota de Bloomberg.

La última firma en unirse a este movimiento la marca de ropa deportiva alemana Puma, quien dijo este martes que suspenderá globalmente toda la publicidad paga en Facebook e Instagram durante julio.

Antes fueron Starbucks, Diageo, PepsiCo, Hershey’s, Levi’s y Verizon.

Los papeles de Facebook retrocedían 3.1% a la apertura de los mercados en Nueva York. La acción se derrumbó 8.3% el viernes pasado, cuando el conglomerado multinacional Unilever informó que dejaría de gastar en la plataforma, lo que borró 56,000 millones de dólares en valor de mercado de la red social y redujo el patrimonio neto de su CEO, Mark Zuckerberg, en más de 7,000 millones de dólares.

Con ello, Zuckerberg pasó del tercer al cuarto puesto entre las personas más ricas del mundo.

El precio de la acción de la tecnológica cerró en 216.08 dólares por título en la última sesión, después de alcanzar un récord de 242.24 dólares el martes anterior.

Anteriormente, las marcas de ropa de exteriores como Patagonia, The North Face y otras firmas como Ben & Jerry’s así como Unilever, decidieron recortar su gasto para presionar a Facebook a tomar medidas más enérgicas contra el contenido inapropiado, que divide y desinforma.

Los boicots en julio podrían costarle a la tecnológica más de 250 millones de dólares en el tercer trimestre del año, si sus 100 anunciantes más importantes suspenden su gasto, de acuerdo a Jitendra Waral, analista de Bloomberg.

Además de los corporativos, asociaciones y grupos de derechos civiles en Estados Unidos tomaron medidas y lanzaron campañas en otras plataformas.

Algunas incluyen a la Asociación Nacional para el Avance de las Personas de Color (NAACP, por sus siglas en inglés) y la Liga Antidifamación (ADL), que lanzaron el hashtag #StopHateforProfit (#AltoAlOdioPorGanancias), acompañado por anuncios en medios impresos.

Estos movimientos se dan en un ambiente de descontento por parte de la población estadounidense, después de que George Floyd, un ciudadano afroamericano, fue asfixiado cuando un policía caucásico puso su rodilla en su cuello, en mayo pasado.