La cancelación de 10 vuelos y el retraso de otros cinco que usuarios de Interjet reportaron a finales de julio, es sólo la punta de lanza de los problemas que enfrenta la aerolínea encabezada por Miguel Alemán Magnani, presidente del Consejo de Administración.

Entre las turbulencias que aquejan a la aerolínea están la malograda compra de 20 aviones de manufactura rusa, la fallida venta de 30% de sus acciones a American Airlines, su frustrado debut en la Bolsa Mexicana de Valores, y la no aceptación de un crédito que esperaba por parte de Bancomext por 150 millones de dólares (mdd), los cuales le ayudarían a hacer frente a sus compromisos financieros y a darle mantenimiento a los aviones Sukhoi para poder ser vendidos.

La empresa que ahora dirige William Shaw tiene una deuda a largo plazo de 2,850 millones de pesos (mdp), monto que está dividido en cuatro emisiones en el lapso de diciembre de 2012 a agosto de 2015.

Interjet bursatilizó las obligaciones de pago a cargo de procesadores de tarjetas de crédito, derivadas de la liquidación de operaciones de venta de contratos de transporte aéreo para el traslado de pasajeros, además de servicios relacionados con los mismos vendidos por la propia firma, de acuerdo con datos de la BMV.

Según cifras de su más reciente reporte trimestral, correspondiente a los primeros tres meses del año, Interjet registró una pérdida neta de 516.1 mdp, comparada con el mismo lapso de 2018.

En tanto, los gastos de operación se incrementaron 6.5% en el mismo periodo, al pasar de 5,857.8 mdp a 6,238.9 mdp.

“Este incremento se generó principalmente por el aumento en el precio del combustible, la incorporación de flota que originaron mayores gastos de servicio de tránsito, tráfico y comunicaciones, renta de aviones y gastos inherentes a la expansión de operaciones, entre otros, por la apertura de rutas y estaciones y la depreciación del peso frente al dólar”, se lee en su reporte.

El problema con los aviones rusos

En el 2013, Interjet realizó un pedido de 22 aviones de manufactura rusa, los Sukhoi Superjet 100, por más de 650 millones de dólares. Sin embargo, en 2015 tuvo un problema en sus operaciones, después de una advertencia de la autoridad aeronáutica Rusa que alertó sobre un defecto en una pieza que ayuda a estabilizar las aeronaves.

En aquel momento, tras inspeccionar sus 22 unidades Sukhoi, Interjet tuvo que suspender las operaciones de la mitad de esa flota y desde 2018 está en proceso de venderlos.

Para enfrentar la situación financiera, la aerolínea de la familia Alemán solicitó un crédito por 150 millones de dólares a Bancomext para poderles dar mantenimiento en tanto se deshace de ellos.

Le ‘hacen el feo’ aerolíneas internacionales

La venta de la aerolínea ha rondado a la empresa al menos desde finales del 2016, cuando la estadounidense American Airlines se interesó en adquirir 30% de las acciones de la compañía mexicana.

A finales del año pasado, Alemán Magnani dijo en una entrevista con El Financiero que este 2019 exploraría una sociedad con un inversionista o su salida a la Bolsa. “Pueden darse las dos”, dijo el empresario.

Sin embargo, para los analistas es poco probable que alguien se interese en la empresa dada su situación financiera.

“No veo en el mercado nacional una empresa que pueda concretar la compra de Interjet. En México existen apenas cuatro empresas y no creo que los órganos reguladores pertinentes aprueben una compra”, comentó Rafael Camacho, analista en Banco Ve por Más.

Por su parte, Medina dijo que se tendría que mejorar la situación financiera de la empresa antes de pensar en su venta, además de que la industria en general lo que busca es crecer en el número de rutas y en coberturas de manera orgánica y no por medio de adquisiciones.

Delta Air Lines adquirió 4.17% del capital accionario de Aeroméxico por 65 mdd en 2012, y en 2017 aumentó la participación en la aerolínea mexicana a un 49%; de esta manera, además de ser socios comerciales, operan a manera de alianza entre sus diferentes rutas aéreas.