La obra de construcción de la refinería de Dos Bocas sufrió inundaciones la semana pasada debido a las fuertes lluvias en la región de Tabasco. La Secretaría de Energía dijo que se trataba de “espejos de agua” que se resolverían por sí mismos en poco tiempo, pero la falta de transparencia y los posibles costos extra del proyecto resaltan una vez más que una cancelación podría ser la opción menos catastrófica para Pemex y el gobierno federal.

“Nadie sabe lo que está pasando con el proyecto, no se puede hacer una estimación razonable de costos ni una estimación razonable de avance, ”, señaló Bernardo Del Castillo, Health, Safety and Environment, Business Continuity de una empresa global.

Tal vez eso va muy bien y nadie lo sabe. Los que hemos hecho proyectos sabemos que cuando no hay información es porque va mal. Ahora trajeron a un tercero para ver la viabilidad del proyecto y esa podría ser la salida para Sener

Del Castillo dijo que una opinión negativa del tercero podría ser la excusa para que el gobierno federal cambie su postura sobre Dos Bocas e incluso reconsidere la continuación de la obra en vista de los obstáculos a los que se han enfrentado. A pesar de esto, Sener no ha dado indicios de que el proyecto esté en duda.

Como prueba de que la construcción no presenta problemas, la Secretaría de Energía publicó un video aéreo de la zona, sin embargo Del Castillo explicó que el video no muestra las grúas que se están utilizando en la construcción, las cuales no pueden ser movidas en un suelo fangoso, lo que hace pensar que el video podría no ser reciente.

Érick Sanchez Salas, business developer de IHS Markit, explicó también que el daño no puede ser evaluado de forma tan inmediata.

“En una obra con una planeación seria y bien organizada tendrías que, si no detener, por lo menos pausar la actividad y al día siguiente con la superficie seca generar algunas pruebas”, señaló Sánchez Salas. “El daño no se puede determinar el mismo día, y menos en un par de horas”.

El experto destacó que los trabajos necesarios para regresar el terreno a las condiciones necesarias para construir necesariamente sumará gastos al presupuesto considerado originalmente y retrasará las obras.

Del Castillo agregó que controlar la inundación en una plataforma de este tamaño requiere de una planeación y un presupuesto razonablemente grandes, y que incluso podría rozar el 2.5% del costo del proyecto.

Analistas que prefirieron no ser nombrados recordaron que el proyecto ha sido criticado desde su concepción, y explicaron que la construcción todavía está en un buen momento para ser cancelada y reasignar el presupuesto a otras áreas de la petrolera, sobre todo considerando que hasta ahora no hay pruebas de que los equipos ya hayan sido adquiridos.

Incluso si ya se hubieran realizado los pedidos, la construcción de los equipos aún debe estar en una etapa temprana, por lo que podrían ser modificados para ser utilizados en alguna otra instalación del Sistema Nacional de Refinación.