La suprema corte de justicia de Alemania ordenó a Volkswagen pagar una indemnización a los conductores que compraron vehículos con motores diésel manipulados, cinco años después del estallido del dieselgate.

El fallo, que permitirá a los propietarios devolver sus vehículos a cambio de un reembolso parcial del precio de compra, servirá de referencia para 60,000 procesos que aún están pendientes en tribunales inferiores alemanes.

La vista del juez emitida este lunes se refirió específicamente al caso de un propietario que compró un Volkswagen Sharan diésel de segunda mano en 2014, uno de los 11 millones de vehículos que el fabricante de automóviles reconoció en septiembre de 2015 haber equipado con un software que falseaba las emisiones contaminantes.

El escándalo por los dispositivos de control de motores que ocultaban las excesivas emisiones de óxido de nitrógeno le ha costado 30,000 millones de euros (32,700 millones de dólares) a la compañía en concepto de daños y perjuicios y multas de reguladores, impuestas principalmente en Estados Unidos.

En ese país, las autoridades prohibieron la circulación de los automóviles afectados, lo que dio lugar a demandas de indemnización.

Pero las autoridades europeas no llegaron a retirar de las carreteras los automóviles, lo que llevó a la empresa a argumentar que las reclamaciones de los clientes de su región de procedencia carecían de fundamento.

A finales de abril se celebró un juicio sin precedentes en Alemania, una demanda colectiva que agrupó a 235,000 demandantes, a los que Volkswagen deberá pagar 750 millones de euros. 

De acuerdo con reportes de la prensa alemana, la compañía intentó retrasar la llegada del dieselgate ante el Tribunal Superior para aprovechar la pérdida de valor de los vehículos, lo que Volkswagen niega.

A nivel penal, el actual director ejecutivo, Herbert Diess, acusado por la fiscalía de manipulación de los mercados financieros, y el director del consejo de supervisión, Hans Dieter Pötsch, han quedado fuera de peligro después de que VW pagó 9 millones de euros como parte de un acuerdo con los tribunales.

Las únicas investigaciones importantes que quedan pendientes afectan a Martin Winterkorn, director ejecutivo de VW cuando se descubrió el escándalo, y al exjefe de Audi, Rupert Stadler.

En tanto, hay un juicio pendiente con los inversionistas, quienes exigen una compensación por la drástica caída del precio de las acciones de Volkswagen en la bolsa.

Con información de Reuters y AFP