La cadena de tiendas departamentales JCPenney obtuvo la aprobación de un juez federal el 4 de junio por su paquete de financiamiento de bancarrota de 900 millones de dólares, a pesar de las objeciones de sus acreedores, de acuerdo a una nota de Bloomberg.
Con este capital, la cadena de tiendas departamentales cubrirá los costos del negocio que seguirá operando a pesar de estar en bancarrota.
Los términos del préstamo fueron criticados por las partes interesadas. Un grupo de acreedores calificó el financiamiento como “depredador” y un abogado acreedor lo calificó como un “atraco”.
El acuerdo le da acceso a la empresa a 225 millones de dólares, con la posibilidad de otros 225 millones el próximo mes. No obstante, está vinculado a un acuerdo de reestructuración que permite a los prestamistas forzar la venta del minorista si no acuerdan un plan de negocio antes del 14 de julio.
Si estuviéramos en un mundo perfecto, este paquete de financiamiento sería muy objetable,
dijo el juez de bancarrota David Jones, antes de aprobar el préstamo en una audiencia.
Jones reconoció que el grupo de acreedores que ofrecen el préstamo, están asumiendo un gran riesgo al prestarle dinero a la tienda en quiebra y lo califica como una inversión en “un agujero turbio”.
El grupo de acreedores que respalda el préstamo y el acuerdo de reestructuración relacionado posee la mayor parte de la deuda de alto rango de JCPenney. Desde el 15 de mayo incluían a H/2 Capital Partners, Silver Point Capital y Owl Creek Asset Managment, según los documentos judiciales del caso.
El cierre definitivo de 242 tiendas
La cadena informó que cerrará 242 tiendas y se quedará con cerca de 600 ubicaciones abiertas.
Durante la audiencia del jueves, JCPenney anunció las primeras 154 locaciones que cerrarán sus puertas y se espera que el juez apruebe la medida en la próxima audiencia programada para el 11 de junio.
De confirmarse, las tiendas tendrían un periodo de liquidación con importantes descuentos de su mercancía durante 10 a 16 semanas.
Si bien cerrar tiendas siempre es una decisión extremadamente difícil, nuestra estrategia de optimización de tiendas es vital para garantizar que emerjamos tanto del Capítulo 11 como de la pandemia de COVID-19 como un minorista más fuerte con mayor flexibilidad financiera, para permitirnos continuar sirviendo a nuestros clientes leales durante décadas por venir,
dijo el CEO de JCPenney, Jill Soltau, en un comunicado.