La icónica cadena departamental estadounidense estaría en pláticas avanzadas con un grupo de prestamistas para buscar financiamiento a través de la declaratoria de bancarrota de la compañía, informó en una nota The Wall Street Journal.

La pandemia causada por el coronavirus es el último golpe que la compañía recibió, al mantener cerradas sus unidades con el propósito de contener el número de contagios nuevos en ese país.

Las instituciones financieras involucradas son Wells Fargo, Bank of America y JPMorgan Chase, para un préstamo deudor en posesión que mantendría financiadas las operaciones de la empresa durante el juicio de quiebra supervisada, comentaron al diario personas con conocimiento del tema.

El monto del rescate sería entre 800 millones y 1,000 millones de dólares, el cual incluiría la deuda existente de la firma. El movimiento estaría sindicado para que otros prestamistas pudieran participar.

La declaración de bancarrota podría tener lugar en las próximas semanas. La compañía entró en un periodo de gracia de 30 días después de perder un pago de intereses debido a los tenedores de bonos el 15 de abril,

según el reporte del diario.

Añadió que es posible que los acreedores celebren un acuerdo de indulgencia si la compañía necesita tiempo adicional para cerrar las negociaciones antes de presentar la solicitud.

JCPenney cuenta con 118 años en operación, pero no ha podido seguir el ritmo en el cambio de hábitos de consumo de sus clientes. Ahora, la cadena se estaría uniendo a la lista de otras marcas como Sears, quien se declaró en quiebra en 2018.

Otras tiendas como Macy’s, Kohl’s y Neiman Marcus, pasar por una situación similar que se ve exacerbada por el coronavirus.