Los líderes de la Unión Europea acordaron este jueves crear un fondo de emergencia que puede llegar a ser hasta de 1.5 billones de euros para ayudar al bloque a recuperarse de la pandemia de coronavirus, a fin de evitar otra crisis.

No obstante, dejaron pendientes detalles que provocarán divisiones entre sus miembros hasta el verano.

Los 27 representante del bloque participaron de una videoconferencia de cuatro horas para considerar propuestas, principalmente en torno a un mayor presupuesto común para el lapso 2021-2027 que respalde un programa de recuperación.

La Comisión Europea, presidida por Ursula Von der Leyen, se ha comprometido a presentar el  fondo del proyecto en las próximas semanas. Fuentes comunitarias indican que la primera propuesta podría estar lista antes del 6 de mayo, según el diario El País.

Alrededor del 1% de la producción económica de la UE, el presupuesto común plurianual ha sido durante mucho tiempo uno de los temas de debate más polémicos entre sus miembros.

Sin embargo, la expansión del presupuesto no será fácil, pese a que el primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, elogió los “grandes avances” tras el final de la cumbre.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, dijo que continúa habiendo diferencias entre los gobiernos sobre si el fondo debería transferir dinero proveniente de subvenciones o simplemente otorgar préstamos.

Lo digo sinceramente: si Europa eleva la deuda para prestar a otros, no estará a la altura de la respuesta que necesitamos,

dijo Macron en París.

Lo anterior, según Macron, porque endeudaría todavía más a países como Italia, Bélgica y Grecia.

Europa verá una caída en su PIB hasta en por un 7.1% en 2020, según el Fondo Monetario Internacional.

La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, advirtió del “riesgo de hacer demasiado poco y demasiado tarde”.

Emergencia política

En medio de las negociaciones, las diferencias entre países han sobresalido.

Alcanzar un acuerdo entre los ministros de Finanzas de la zona euro hace dos semanas sobre un esquema de rescate más pequeño fue una tortura, pues los Países Bajos rechazaron los pedidos de Italia para emitir deuda común.

Conte dijo a los líderes que el fondo de recuperación debería llegar a 1.5 billones de euros y proporcionar subvenciones a los gobiernos de la UE para evitar que los países se encaminen hacia un colapso económico y amenacen la viabilidad del mercado interno del bloque.

Las subvenciones son esenciales. La emergencia sanitaria se ha convertido rápidamente en una emergencia social. Pero ahora también enfrentamos una emergencia política,

dijo Conte, según diplomáticos que participaron en la videoconferencia.

El canciller de Austria, Sebastian Kurz, adoptó una opinión contraria, al decir en Twitter que si bien Viena está dispuesta a ser solidaria, “deberíamos hacerlo a través de préstamos”.

Kurz dijo que se podría coordinar con “países con ideas afines”, una referencia a países ricos del norte como Dinamarca, Suecia, Finlandia y los Países Bajos, a los que les molesta tener que financiar a los países del sur, que son más pobres y a los que consideran fiscalmente irresponsables.

 

Con información de Reuters