La Oferta Pública de Adquisición (OPA) que Aeroméxico arrancó este 15 de febrero representa otro paso de la empresa hacia la salida del proceso de bancarrota, mientras ofrece a los inversionistas una oportunidad poco atractiva de salida de la emisora antes de la dilución de acciones.
Para la compañía todo esto es positivo, hay nuevos inversionistas interesados en participar en la compañía, le van a inyectar dinero, les va a ayudar a capitalizar algunos pasivos, el DIP financing de Apollo y aparte capital incluso para trabajo adicional. Esto le va a permitir seguir operando, tener una estructura financiera saludable, mayor solvencia y liquidez
dijo Brian Rodríguez, analista del sector aéreo en Grupo Monex.
El especialista menciona que para una aerolínea, esto se traduce en nuevas conexiones, incremento de flota y fuerza laboral, lo que podría resultar en una mayor participación de mercado.
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Pero para los inversionistas actuales, el anuncio de la OPA en la que Alinfra adquirirá hasta el 100% de títulos en circulación (682.1 millones de acciones) a un centavo de peso por papel, es todo lo contrario.
Sin contar el plan de reestructura, actualmente tienen inversiones en una empresa que esta en quiebra con pasivos superiores a sus activos (…) Para los accionistas del float (el capital flotante o las acciones en circulación) es una mala noticia porque no se les involucra de manera importante en el plan de reestructura, porque su inversión en ese momento no resultó y actualmente hay nuevos inversionistas, entonces el float tendrá una dilución importante
agrega Rodríguez.
Esta dilución ocurrirá luego de que los accionistas de la aerolínea aprobaron un incremento de capital por 4,266.8 millones de dólares, mediante la emisión de 682.1 billones de acciones, lo que llevaría a una conversión, conocida como split inverso, en el que se cambiarán 5 millones de los papeles actuales por uno nuevo.
Con ello, se espera que los títulos en circulación actualmente representen menos del 0.01% del capital social de Aeroméxico, una vez que surta efecto esta inyección. Además, la empresa contempla un redondeo a la baja, por lo que “habrá inversionistas que ni siquiera tengan la capacidad de contar con alguna de las nuevas acciones”, menciona el especialista de Monex.
La empresa detalló que la OPA se llevará a cabo hasta el 14 de marzo, con la posibilidad de una prórroga del plazo.
Viaje volátil hacia el posible desliste
La presentación de la OPA a finales de 2021 llevó las acciones de Aeroméxico a tocar un mínimo de 90 centavos en la Bolsa Mexicana de Valores, y desde entonces han mostrado una volatilidad vinculada a la especulación que se prevé continuará en las próximas semanas, aunque con una tendencia a la baja.
“Vemos volatilidad en el precio de la acción, seguirá habiendo inversionistas que especulen con el precio del papel, lo cual no permitirá que haya una caída importante, pero sí vemos esa tendencia hacia abajo”, menciona Rodríguez.
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El analista de Monex menciona que no se vislumbra apetito por la OPA, ya que al 15 de febrero las acciones de Aeroméxico cerraron en 1.66 pesos contra el centavo que contempla la OPA, lo que no significa una ventaja para el inversionista.
Para Marco Antonio Montañez, analista de Vector Casa de Bolsa, el resultado de la OPA dependerá de si el ”inversionista va a querer usar este mecanismo del salida para evitar la dilución total de su inversión que va a tener potencialmente con el proceso de reestructura que va a vivir la empresa”.
Sin embargo, sí se espera que los tenedores de acciones sigan saliendo de la emisora ante la perspectiva de un precio en descenso y una dilución que los dejaría con la posibilidad de quedarse sin acciones tras la capitalización.
Posteriormente, Aeroméxico podría proceder al deslíete de sus acciones en la BMV, apuntan los analistas.
El float se va a reducir muchísimo y también los accionistas van a ser principalmente fondos de inversión, tenedores de deuda, y al haber menos float hay pocos incentivos para que la empresa siga siendo pública
mencionó Montañez.