La intransigencia de los cerca de 5,000 trabajadores y de la propia Interjet ponen en peligro la supervivencia de la aerolínea a partir del estallido de una huelga el 8 de enero para presionar a la empresa a pagar los sueldos caídos y prestaciones faltantes desde septiembre de 2020.

La huelga sucede mientras la empresa, ahora a cargo del empresario Alejandro Del Valle, atraviesa una crisis financiera que involucra deudas al Servicio de Administración Tributaria (SAT), a acreedores de entidades públicas y privadas, a los propios trabajadores y de requisa de aviones por parte de particulares.

Para aderezar los problemas, está la peor crisis en la historia del sector aéreo, derivada a la pandemia por COVID-19.

Existe un riesgo ante esta intransigencia porque, si no se negocia entre ambas partes (trabajadores e Interjet) y no se llega a un acuerdo, difícilmente Interjet podrá sobrevivir más tiempo

dijo Fernando Gómez, analista del sector aéreo.

La huelga inició minutos después del medio día del 8 de enero, cuando los integrantes de la sección 15 de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), tomaron las instalaciones de la compañía dentro de los aeropuertos de la Ciudad de México, Cancún y Toluca. El movimiento se dio luego de varios meses de que los trabajadores la aplazaran, con promesas de pago por parte de Interjet.

La situación de impago en Interjet es insostenible para sus trabajadores

Los colaboradores exigen el pago de sus sueldos que, en algunos casos, no reciben desde septiembre; medio año de vales de despensa; aguinaldo y fondo de ahorro, así como el pago de diversas aportaciones de ley.

Algunos trabajadores de la empresa de tierra sindicalizados recibieron el pago de una quincena el 31 de diciembre de 2020, y el 8 de enero recibieron una quincena parte de la tripulación. Los colaboradores de confianza se quedaron sin remuneración, según testimonios de trabajadores de Interjet recopilados por EL CEO.

Siempre es posible que una huelga desencadene el quiebre de una empresa. En la actualidad existen mayores espacios de negociación, de tal manera que los empleadores encontrarán la manera de resolver el tema

comentó José Alfonso Bouzas, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.

En julio de 2020 hubo una esperanza para la empresa, cuando los socios Carlos Cabal Peniche y Alejandro del Valle anunciaron su entrada como inversionistas para inyectarle 150 millones de dólares.

Meses después Cabal anunció que retiraba su participación y dejaba como socios a Del Valle -presidente ejecutivo de la compañía-, Miguel Alemán Magnani y Miguel Alemán Velasco, estos dos últimos los dueños y fundadores.

Recientemente el SAT se deslindó de responsabilidad ante la falta de pagos de sus trabajadores, porque el embargo precautorio y la intervención en su caja que mantiene hacia Interjet, no limitan su operación.

Interjet con difícil despegue

De sobrevivir, la aerolínea tendría un despegue complicado en sus operaciones, pues ha perdido presencia en el mercado, aviones y la confianza del público para viajar, mientras otras aerolíneas, como Volaris y VivaAerobus muestran la mayor resiliencia del sector.

“De reiniciar operaciones la empresa comenzaría rezagada frente a sus competidores con una flota reducida. También lo haría en un entorno internacional complicado con el COVID-19 que tendría condiciones muy difíciles para su retorno”, dijo Gómez.

Desde finales de 2020, los servicios de transporte aéreo de la compañía presentan cancelaciones y suspensiones que duraron un par de días. Al inicio de este año, la firma notificó que suspendería todos sus vuelos durante enero.

Además, de su flota total de aviones que tenían, solo un pequeño número de naves son óptimas para su operación.