La posible introducción del Instituto Nacional de Mercados y Competencia para el Bienestar (Inmecob) afecta poco a una Comisión Reguladora de Energía (CRE), que se había venido debilitando en los últimos meses.

Sin embargo, también es preocupante por las ramificaciones que podría provocar en el sector energético y en el otro regulador del mercado: la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH).

“Hoy la CRE está ahí de papel, pero al final las reglas que rigen su funcionamiento son del sexenio anterior y hay mecanismos con los que los privados han podido impugnar”, señaló René Narváez, especialista en el mercado eléctrico.

En la nueva ley, dice, “pueden poner que no se pueden impugnar ninguna de las decisiones y se acabó, como si (Inmecob) fuera el Dios de la energía, las telecomunicaciones y la competencia”.

Paul Sánchez, director de Ombudsman Energía México, señaló que el hecho de que la propuesta del senador Ricardo Monreal no incluya a la CNH podría indicar la intención del gobierno de permitir que esta Comisión se mantenga a cargo de los contratos que aún siguen vigentes de las rondas petroleras, para después dar más atribuciones a Petróleos Mexicanos y a la Secretaría de Energía.

La CNH, además, tiene algunos comisionados que se encuentran cerca del final de su mandato, quienes serían reemplazados por candidatos que serán seleccionados también desde presidencia.

Estos candidatos podrían sufrir las mismas dificultades para ser aprobados por el senado, pero finalmente la selección podría recaer en el ejecutivo, tal y como ocurrió con los candidatos a comisionados de la CRE.

La propuesta podría tener las mismas repercusiones en el sector eléctrico, donde una debilitada CRE podría heredar algunas de sus responsabilidades al nuevo instituto, pero también podría perder algunas de ellas frente a la Sener o la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Este caso es aún más probable debido a que el Inmecob no contará con especialistas que tengan los conocimientos técnicos necesarios para encargarse de la política de confiabilidad eléctrica, por ejemplo, un área de planeación en la que CFE ya ha mostrado interés, explicó Narváez.

“Es una propuesta apresurada y provocadora que no tomó en cuenta a los participantes del sector”, señaló Sánchez. “Pareciera en este contexto que es una decisión para aprovechar la situación y ayudar a cambiar un modelo y volver al Estado fuerte”.

En caso de que fuera el nuevo instituto el que absorbiera estas responsabilidades, la principal problemática sería la discrecionalidad con la que se han sentado las reglas para la selección de los comisionados miembros de este ente regulador.

“Es un procedimiento que va a permitir que los nuevos comisionados sean como los que estamos viendo ahorita, alineados al presidente. Sin duda son un ejemplo de que está cambiando el equilibrio y el poder lo tiene el presidente”, dijo Sánchez.

Los especialistas advirtieron que el Inmecob se convertirá en un monstruo burocrático o en un instituto sin la especialización necesaria para desahogar los temas de forma expedita, por lo que podría haber más retrasos que los que se presentan actualmente.