La inseguridad se ha convertido en uno de los principales obstáculos para el avance del nearshoring en México, advirtió la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero (Canacero), posicionándose como una barrera aún mayor que los desafíos energéticos, la disponibilidad de mano de obra especializada en este 2024 y las elecciones en Estados Unidos, sumándose los problemas de las importaciones.

Durante la presentación del informe anual del sector, la Canacero señaló que en 2023 los robos en autotransporte resultaron en la pérdida de 9,124 toneladas de producto terminado, un incremento del 2.7% respecto al año anterior.

La situación “se agrava aún más” con el aumento de la delincuencia en el servicio ferroviario, donde se registraron 2,855 robos, un 26% más que en 2022, según datos de la Agencia Reguladora de Transporte Ferroviario (ARTF). 

Estas cifras generan particular preocupación entre los industriales, especialmente en un año donde se proyecta, sin precisar el posible porcentaje, un crecimiento de incidencias por inseguridad para el sector. 

Además, se ha identificado que las zonas más vulnerables a los robos son precisamente áreas industriales clave, como el Bajío y el corredor Puebla-Veracruz.

Para Juan Antonio Reboulen, director de asuntos corporativos y comercio internacional de Grupo DEACERO, la inseguridad en las carreteras es una problemática que impacta profundamente en la industria siderúrgica.

 “Muchas zonas del país se han vuelto sumamente peligrosas, especialmente en el trayecto y las carreteras, donde el crimen organizado tiene una fuerte presencia. Esto afecta la logística y la cadena de suministro de la industria, no solo con producto terminado, sino también con insumos esenciales como la chatarra”, señaló a EL CEO.

Agregó que esta problemática ha crecido durante los últimos seis años, con el incremento de robos tanto en ferrocarril como en autotransporte.

Plan de seguridad del nuevo gobierno: esperanza para el sector y el nearshoring

Ante este contexto, Reboulen señaló que ve con optimismo las recientes propuestas de seguridad de la nueva administración de Claudia Sheinbaum Pardo.

Destacó el plan anunciado por la Secretaría de Gobernación, el cual contempla reforzar la inteligencia y capacidades operativas en regiones específicas, como el Bajío, donde la delincuencia ha tenido un notable aumento. 

“Vemos con buenos ojos que el nuevo secretario de Seguridad esté promoviendo una mayor coordinación con los estados y municipios. Esto es clave para recuperar el control en las zonas más afectadas. Creemos que este enfoque estratégico es exactamente lo que se necesita para lograr resultados a corto plazo”, afirmó el representante de DEACERO.

La urgencia de resolver esta problemática no es solo una preocupación para la industria del acero, sino que representa un desafío crucial para el nearshoring en México, ya que la inversión extranjera y la atracción de empresas requieren estabilidad y un entorno seguro. 

Sin embargo, Canacero advierte que la inseguridad podría continuar ahuyentando oportunidades, a menos que se tomen medidas inmediatas y efectivas.

El impacto económico de la inseguridad en la industria siderúrgica es profundo y persiste como una barrera al crecimiento.

“Cada robo representa una pérdida significativa para el sector, que no solo afecta los ingresos directos, sino también la competitividad de México como destino para el nearshoring”, concluyó.

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