La industria automotriz mexicana se prepara a contrarreloj para el arranque del T-MEC, el 1 de julio, mientras prevé contracciones de hasta 33% este año en sus exportaciones de autos debido al impacto de la pandemia del coronavirus que amenaza con provocar una profunda recesión global.

En la segunda mitad de mayo, comenzaron a reabrir gradualmente las armadoras de vehículos que suspendieron sus operaciones en México desde mediados de marzo para contener la propagación del virus, lo que ocasionó el desplome de la producción y exportaciones mensuales.

La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) proyectó este lunes que la fabricación de vehículos ligeros podría caer este año entre 28% y 30%, mientras las exportaciones se reducirían entre 30% y 33%, aunque su director general, Fausto Cuevas, advirtió que las previsiones pudieran variar.

El presidente de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT), Miguel Elizalde, destacó que las caídas del mercado en 2020 son más graves que las vividas durante la crisis mundial de 2009.

México destina más de 85% de sus exportaciones de autos y camiones a Estados Unidos y Canadá, sus socios en el acuerdo comercial que en menos de un mes sustituirá al vigente TLCAN y que incluye reglas de origen más estrictas para que el sector automotor pueda beneficiarse del arancel cero.

La semana pasada, fueron publicadas las reglamentaciones uniformes que la industria necesitaba conocer para poder cumplir con las nuevas reglas de origen en el nuevo acuerdo comercial, tales como la fórmula y definiciones del valor de contenido regional y la cobertura específica para acero y aluminio.

El T-MEC requiere 75% de contenido hecho en América del Norte a los vehículos ligeros versus 62.5% vigente en el TLCAN, del 60% al 70% para los pesados; y para ambos 40% a 45% de contenido de áreas de “altos salarios” y 70% de compras de acero y aluminio regionales.

Cuevas dijo que es “muy probable” que todos los armadores de automóviles soliciten regímenes de transición alternativos en el tratado que entrará en vigor en menos de un mes porque el tiempo “no es suficiente” para tener un análisis detallado de cómo darle cumplimiento a las nuevas reglas.

Elizalde informó que las compañías agremiadas en la ANPACT se están enfocando en cumplir con las nuevas reglas de origen, ya que pagar aranceles de entre 4% y 25% podría sacarlas del mercado.