El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) aprobó el acuerdo de fusión entre Disney y Fox por 71,000 millones de dólares, bajo la condición de que las compañías acepten vender los canales y derechos de programación de Fox Sports en el país.
De otra manera, al ser dueño Disney de ESPN, se crearía una concentración que dejaría a Grupo Televisa como único posible competidor en el mercado específico, determinó el organismo.
El Pleno resolvió imponer la orden de desincorporar todo el negocio relacionado con la provisión y licenciamiento de los canales deportivos de Fox en un plazo de seis meses prorrogables por otros seis en caso de haber causas justificadas,
Para la desincorporación, el instituto indicó que las partes deben nombrar a un Administrador Independiente, quien a partir de la fecha de cierre de la operación deberá hacerse cargo de la administración del negocio a desincorporar de manera separada e independiente de las partes (Disney y la parte que adquiere de Fox).
De la misma manera, las compañías tendrán que asignar a un Agente de Desincorporación, con la aprobación del IFT, que tendrá el mandato de vender el negocio de la forma más inmediata posible y a un Auditor Independiente, con la aprobación del IFT, que tendrá el encargo de supervisar e informar al Instituto sobre el cumplimiento de las condiciones estructurales impuestas a las partes, lo que incluye la efectiva separación del negocio, mantener su operación independiente, preservar su viabilidad y competitividad, y realizar esfuerzos de venta.
Una vez que esto suceda el Instituto autorizará al comprador y verificará que la adquisición no genere efectos adversos a la competencia, de acuerdo con el comunicado.
Entretenimiento se regula también
Disney, con A&E, History, H2 y Lifetime, y Fox, con National Geographic y Nat Geo Wild, tendrían el 40% de la participación de mercado de programas clasificados como como ‘fácticos’ -medido en términos de audiencia-, el instituto reguló los términos de la fusión en este aspecto.
Entre sus previsiones se encuentran la de “mantener controles para evitar que los consejeros y directivos relevantes de Disney en Grupo A&E tengan acceso a información o participen en forma alguna en las decisiones relacionadas con la comercialización y distribución de estos contenidos, toda vez que los canales ‘fácticos’ de Disney actualmente son comercializados por Grupo A&E que está formado por un grupo de empresas sobre las que Disney puede tener influencia”.
Mientras que se impone la obligación de que la provisión y licenciamiento de los canales National Geographic y Nat Geo Wild se mantengan separados de los canales que actualmente comercializa Grupo A&E (A&E, History, H2 y Lifetime).
La votación se dio en las últimas horas del lunes, semanas después de que la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) aprobó el acuerdo.
De acuerdo con el medio especializado, México era el último obstáculo importante para el acuerdo; ahora Disney solo espera que se cierre la compra el 20 de marzo.
La agencia reguladora de Brasil, Cade, aprobó el acuerdo el mes pasado con condiciones de desinversión similares.
En Estados Unidos Disney aceptó vender las 22 redes de deportes regionales de Fox, luego de que el Departamento de Justicia aseguró que la propiedad de estos aunada a los de ESPN le daría influencia indebida a la compañía.
La compañía también venderá su participación de 50% en A+E Networks en Europa para satisfacer a los reguladores.
¿Conflicto de interés?
El presidente Andrés Manuel López Obrador advirtió potenciales conflictos de interés en el proceso de autorización en México, ya que las empresas obtienen asesoría de exfuncionarios del gobierno federal.
Aunque el mandatario no dio nombres, información publicada por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) revela que se trata de Ernesto Estrada González y Eduardo Pérez Motta. Ambos sostuvieron una reunión con los siete comisionados del Instituto, a la que asistieron como asesores de las empresas, en compañía de otros directivos.
Ernesto Estrada González fue comisionado del IFT desde septiembre de 2013 a febrero de 2017 y actualmente ostenta el cargo de Principal en el despacho SAI Derecho & Economía.
Eduardo Pérez Motta, por su parte, fue presidente de la extinta Comisión Federal de Competencia Económica (CFC) de agosto de 2004 a septiembre de 2013 y hoy es socio del mismo despacho.