A días de que la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) autorizó la operación comercial entre el gobierno de México e Iberdrola para la adquisición de plantas eléctricas, la compañía española informó el cierre del trato.
De acuerdo con un comunicado a la Sociedad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el acuerdo incluye 12 centrales de ciclo combinado y un parque eólico, sumando una capacidad instalada total de 8.539 MW.
Esta operación representa aproximadamente el 55% del beneficio bruto de explotación (EBITDA) de Iberdrola México en 2023, con un valor de transacción que asciende a aproximadamente 6,200 millones de dólares estadounidenses (equivalentes a unos 5,713 millones de euros).
“Este traspaso se alinea con lo dispuesto en el artículo 227 de la Ley 6/2023, de 17 de marzo, de los Mercados de Valores y de los Servicios de Inversión y sigue a las comunicaciones previas realizadas a la Comisión Nacional en abril y junio de 2023, con los números de registro oficial 1821 y 22980, respectivamente”, se lee en el comunicado enviado a la CNMV.
Aunque el importe total de la venta ha sido revelado, aún están pendientes la determinación final de los impactos financieros y fiscales que esta operación tendrá.
El cierre del trato también se da después de que el pasado 22 de febrero en una llamada de conferencia de resultados del cuarto trimestre de 2023, Ignacio Galán, executive chairman de Iberdrola, adelantó que estaban esperando una reunión entre la Junta Directiva de México de la compañía española y el gobierno mexicano para oficializar la compra.
“Esperamos recibir la noticia el 26 de febrero (…) Es consecuencia de la última aprobación, como recordarán (…) de la Cofece. Obtuvimos la aprobación hace unos días (…) Ya sabremos la conclusión sobre los términos de cualquier ganancia de capital que puedan lograr”, dijo al presentar el reporte de resultados.
De acuerdo con la compañía, esta transacción también pone fin a los litigios previos en todas las centrales eléctricas que se detuvieron en México, por razones regulatorias o administrativas y que ahora están de nuevo en operación.
Como resultado, se proyecta que Iberdrola mantenga el 45% de su negocio restante suministrando electricidad, producida mayormente por fuentes renovables a clientes industriales en territorio mexicano.
“También conservamos más de 6,000 megavatios de capacidad renovable en desarrollo en más de 30 proyectos en 14 estados, con 2,000 en camino para los próximos años. Esto nos permitirá seguir creciendo e incrementando y creando riqueza y empleo en un país clave para nosotros después de más de 20 años de presencia en México”, dijo Ignacio Galán.
Cofece condicionó al gobierno de México la compra de las plantas de Iberdrola
El cierre de la compra se hace después de que el pasado 15 de febrero, la Cofece le autorizó al gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) llevar a cabo la transferencia de las 13 plantas de Iberdrola; sin embargo, no todo fue sencillo ya que se condicionó el trato.
Entre los puntos que se establecieron para concretar la compra de las plantas, destaca que la Cofece solicitó que el Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin) mantenga una participación de inversión en un máximo de 51%, a concretarse en un plazo de 24 meses.
Otro punto que la Cofece aprobó como condición, es que se debe designar a un administrador o un mecanismo independiente, que sea el encargado de tomar decisiones relativas a la operación de las plantas de generación eléctrica en el mercado
También se condicionó que los directivos y personas encargadas de la operación de las plantas de generación eléctrica deben abstenerse de tener cargos en algún otro competidor; sumado a que no podrán ser designados aquellos que fueron servidores públicos en los últimos 4 años.
“Las condiciones tienen una vigencia de 10 años y serán constantemente verificadas” por la Cofece a través de diversos mecanismos establecidos en la resolución.
El enfrentamiento entre Iberdrola y Cofece generó una iniciativa de reforma en México
Aunque durante el sexenio de AMLO se generaron enfrentamientos entre la Cofece y el gobierno federal, la situación se intensificó con la compra de las plantas de Iberdrola.
Según la Cofece, este proceso representaría un acto de monopolio para el sector energético, lo que otorgaría un poder desproporcionado al sector público.
Esta postura resalta las preocupaciones sobre la concentración excesiva de poder en manos del gobierno en detrimento de la competencia y la libre empresa.
El desacuerdo entre ambas partes llegó a un punto crítico cuando AMLO presentó una iniciativa de reforma constitucional para eliminar órganos autónomos, entre los que se encuentra la Cofece.
La medida generó un debate acalorado en el ámbito político y económico, ya que muchos consideraron que debilitaría los controles necesarios para salvaguardar la competencia y prevenir prácticas monopólicas en el país.
Esta historia fue actualizada las 16:06
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