General Motors está prescidiendo temporalmente de otros 415 trabajadores en México, en momentos en que la huelga de 48,000 empleados por hora en Estados Unidos ingresa a su cuarta semana.
La automotriz afirmó este lunes que había detenido su planta de propulsión Ramos Arizpe, Coahuila, donde no operan la línea del motor V8 y la línea de transmisión CVT.
Sin embargo, sigue fabricando motores para la instalación de ensamblaje, que está en funciones, después que la compañía anteriormente dijera que suspendía a 6,000 trabajadores en la planta mexicana de Silao.
El domingo, un funcionario de United Auto Workers (UAW) afirmó que las conversaciones habían “empeorado”. Las negociaciones entre el sindicato y la empresa se retomaron este lunes por la mañana.