HSBC dejará de atender a un segmento de clientes individuales, empresas pequeñas y abandonará la mayor parte de un negocio minorista que durante mucho tiempo ha luchado por competir con los grandes bancos en Estados Unidos, de acuerdo con The Wall Street Journal.
Durante la noche del miércoles, HSBC dijo que venderá 90 de sus 148 sucursales en Estados Unidos y acordó transferir a sus clientes a Citizens Financial Group y Cathay Bank, esperando concretar la transacción en el primer trimestre de 2022.
Los servicios de HSBC continuarán hasta entonces, incluso en sus sucursales.
HSBC —que llegó a Estados Unidos en la década de los 80— conservará alrededor de 24 sucursales que se convertirán en centros patrimoniales internacionales que brinden servicios bancarios y de gestión patrimonial a clientes de alto patrimonio neto, indica el WSJ.
Una portavoz dijo que estos centros estarían en ciudades como Nueva York, Washington, D.C., San Francisco, Seattle, Los Ángeles y Miami.
Con esta apuesta, el banco pasará de tener 1.4 millones de clientes a 300,000 aproximadamente en Estados Unidos.
“HSBC ya no brindará servicios a clientes con cuentas bancarias básicas, o aquellos con saldos por debajo de 75,000 dólares y negocios con facturación de 5 millones de dólares o menos”, precisa el medio.
El banco mantendrá a los clientes con cuentas ‘Jade’ con al menos 1 millón de dólares en efectivo e inversiones y cuentas ‘Premier’ con más de 75,000 dólares.
“El cambio permitirá que HSBC se concentre en sus fortalezas competitivas”, según Noel Quinn, CEO del banco.
Con estos movimientos, la empresa busca enfocarse en Asia. En febrero planteó esta idea y dijo que invertiría cerca de 6,000 millones de dólares en esa región en los próximos cinco años.
“Estados Unidos juega un papel importante en la estrategia de crecimiento de HSBC en Asia, particularmente en apoyo de nuestras ambiciones de convertirnos en el administrador de patrimonio líder en Asia”, dijo Greg Hingston, director regional de patrimonio y banca personal de HSBC.