Homex, desarrolladora de vivienda que fue declarada en concurso mercantil, entró en etapa de conciliación, a fin de reestructurar sus pasivos y evitar el cierre de operaciones.
“En relación a la declaración del concurso mercantil de dictado por el segundo Tribunal Colegiado de Apelación en Materias Civil, Administrativa y Especializado en Competencia Económica, Radiodifusión y Telecomunicaciones del Primer Circuito se declaró la apertura de la etapa de conciliación, ” dijo la emisora en un evento relevante enviado a la Bolsa Mexicana de Valores.
Con esto, Homex tendrá 185 días naturales para hacer las negociaciones correspondientes, contados a partir del día en que se haga la última publicación de la setnencia en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
La compañía informó que José Ramón Amador Rivera fue designado como conciliador para iniciar con el procedimiento de reconocimiento de créditos.
El 15 de enero, Homex comunicó al mercado que el Tribunal declaró a la sociedad en concurso mercantil.
La decisión está relacionada con una obligación de pago vencida con más de 30 días a un adeudo que la empresa presenta con el Servicio de Administración Tributaria (SAT). Homex puede interponer un juicio de amparo indirecto hasta el 25 de enero de 2024.
Homex vale 77.9 millones de pesos
El valor de mercado de la empresa se ubicó en 77.9 millones de pesos al cierre de la sesión de este viernes, esto la coloca como la emisora menos valiosa del mercado accionario local.
En su mejor momento, el valor de la compañía superó los 40,000 millones de pesos.
De las 132 empresas listadas en la Bolsa Mexicana de Valores, Homex y Urbi son las de menor valor nominal. Las acciones de Homex en la BMV se venden en menos de un centavo (0.014 pesos).
Vivienderas y la crisis del 2008
Homex, así como Urbi, solicitaron el concurso mercantil en la década pasada para cumplir con los pagos a sus acreedores tras el fracaso del modelo de construcción de viviendas alejadas de zonas de trabajo.
Si bien las compañías lograron reestructurar su deuda, todavía luchan por diversificar sus líneas de negocio para mejorar los ingresos y las utilidades que generan.
Los problemas de las empresas dedicadas a la construcción de viviendas comenzaron a raíz del estallido de la crisis financiera en Estados Unidos en 2008 y que puso a temblar a la economía global.
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