Heineken anunció un fuerte repunte en su utilidad neta en el primer semestre, hasta los 1,030 millones de euros (1,220 millones de dólares), en contraste con la pérdida de 297 millones de euros (352 mdd) en el mismo periodo de 2020.
El director general de la cervecera, Dolf van den Brink comentó que el repunte se debió en parte al “levantamiento gradual de las importantes restricciones aplicadas el año pasado en la mayoría de los mercados para contener la propagación del COVID-19”.
Sin embargo, apuntó que la recuperación no es uniforme en todas las geografías, “en algunos países las nuevas olas y variantes del virus han provocado nuevas restricciones, especialmente en Asia-Pacífico y África”.
El volumen de negocio del primer semestre de la cervecera holandesa aumentó un 8.3%, hasta los 10,000 millones de euros (11,860 millones de dólares).
Heineken se vio muy afectada por la crisis sanitaria con el cierre de bares y cayó en números rojos en 2020, lo que le obligó a recortar 8,000 puestos de trabajo, alrededor del 10% de su plantilla.
Heineken, fundada en el siglo XIX en Ámsterdam, produce y vende más de 300 marcas de cerveza y sidra, entre ellas Heineken, Strongbow y Amstel, y emplea a más de 85,000 personas en todo el mundo.