Tras la rebaja de la calificación de Petróleos Mexicanos (Pemex) por parte de Moody’s, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) publicó un paquete para que la paraestatal no pague por cuatro meses impuestos, la medida se toma como un pequeño tanque de oxígeno ante las presiones financieras que se le vienen.
De acuerdo con el documento publicado este 13 de febrero, el estímulo fiscal consiste en exentar el pago del Derecho por Utilidad Compartida (DUC) correspondiente a los meses de octubre, noviembre y diciembre de 2023, así como enero de 2024.
El DUC es la contribución que la petrolera hace al erario por cada barril de petróleo que vende, señala el IMCO.
“El estímulo consiste en un crédito fiscal equivalente al 100% del monto del derecho por la utilidad compartida que corresponda a los meses citados”, se lee en el decreto de la SHCP.
El paquete de medidas también otorga un estímulo fiscal a los asignatarios que estén obligados a pagar el derecho de extracción de hidrocarburos, correspondiente a los meses de octubre, noviembre y diciembre de 2023, así como enero de este año.
De acuerdo con fuentes cercanas a Reuters, el monto de este crédito fiscal para Pemex asciende a los 70,000 millones de pesos.
Esta medida es la continuación de una serie de estímulos fiscales que Hacienda anunció para este año con el fin de eliminar la carga fiscal. Se pretende generar un alivio de alrededor de 200,000 millones de pesos.
Para este año también se anunciaron nuevas medidas para dar certeza a los inversionistas, por ejemplo, por primera vez se incluyó una línea presupuestal en el Presupuesto de Egresos para Pemex.
Presiones para Pemex en 2024 y 2025
La publicación de Hacienda se deriva de que en este año y 2025 Pemex tendrá que enfrentar los mayores pagos de deuda de Pemex.
Pese a los esfuerzos de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) de disminuir la deuda de Pemex con respecto al perfil de vencimientos, la paraestatal está obligada a pagar más de 16,000 millones de dólares, ya no tiene tiempo de prórroga ni negociación.
La calificadora Moody’s ha visto la situación que se le avecina a la paraestatal, por lo que el pasado 9 de febrero, la agencia bajó a B3 desde B1 la calificación de Pemex, con perspectiva negativa.
“La baja refleja las necesidades de liquidez incrementales de Pemex debido a mayores requerimientos de capital, un mayor costo y a los elevados vencimientos de deuda que enfrentará en los siguientes 2 a 3 años”, se lee en el documento de la agencia.
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