Gucci renueva sus carteras de la década de 1960 y otros clásicos en su más reciente colección, mientras busca llegar a una mayor audiencia y revertir una caída en sus ventas después de años de crecimiento acelerado.

Luego de haber cancelado sus tradicionales espectáculos de moda debido a la pandemia de COVID-19, el diseñador Alessandro Michele se asoció con el director de cine estadounidense Gus Van Sant para filmar una miniserie de siete episodios que muestra el proceso de creación de prendas unisex para toda estación.

Gucci muestra los videos como un festival de cine de moda virtual, estrenando un nuevo episodio cada día durante esta semana.

Los cortos, que tienen una imagen de estilo retro y onírico con vehículos y rockolas antiguas, siguen a una mujer, interpretada por la actriz italiana Silvia Calderoni, mientras vive su rutina diaria en Roma.

Incluyen apariciones de celebridades cercanas a la casa de modas, como Billie Eilish y Harry Styles, quienes lucen creaciones de Gucci, incluidas nuevas ediciones de los diseños de Michele de su primera colección en 2015.

Detrás de bastidores, observadores de la industria de la moda dicen que éste es un momento crucial para Gucci, el negocio que representa la mayor parte de ingresos y ganancias de su matriz Kering, pero que ha perdido impulso durante el último año.

Luego de que las utilidades casi se cuadruplicaron desde que Michele asumió el control creativo, los ingresos de Gucci han caído por debajo de los de rivales como Louis Vuitton de LVMH y Hermes. Gucci fue la única marca de moda del grupo Kering que sufrió una caída de sus ventas en el tercer trimestre.

Venta de productos de lujo caerá 23% este año; recuperación apunta hasta 2023

Gran parte del éxito de la marca hasta hace poco se debió a compradores chinos jóvenes y acaudalados que viajaban a las capitales europeas de la moda y acaparaban los diseños llamativos y estrafalarios de Michele. Pero el turismo internacional casi se congeló debido a la pandemia.

Gucci reorganiza su estrategia de mercadotecnia y oferta de productos para concentrar la marca entre los compradores locales y de mayor edad en Estados Unidos y Europa. La casa de modas, por ejemplo, ha producido versiones “reeditadas” de sus clásicas carteras como la Jackie de 1961, con un precio de 1,800 euros.

La gente nacida después de 1981, clientes millennials y de la generación Z, representan casi 60% de las compras de artículos de gama alta, dijo la consultora Bain, especializada en la industria de lujo, pero las marcas no pueden permitirse descuidar al 40% restante.