El Presidente Donald Trump firmó hoy una orden mediante la que su gobierno prohíbe a los estadounidenses invertir o tener acciones de compañías que Washington sospeche tengan vínculos con el ejército chino.
La firma de esta orden es el primer gran cambio en la política exterior desde que el actual presidente perdiera la elección presidencial.
La orden afectaría a algunas de las compañías más grandes de China, como China Telecom, China Mobile y Hikvision. La lista de 31 compañías fue redactada por el Departamento de Defensa y publicada en meses anteriores.
A partir del próximo 11 de enero, la orden prohibirá a inversionistas estadounidenses cualquier transacción relacionada a estas compañías y cualquier otra que el gobierno señale, con un periodo de gracia de 60 días tras el anuncio inicial.
“China está incrementando su explotación del capital estadounidense para financiar y permitir el desarrollo y modernización de su ejército, inteligencia, y otros aparatos de seguridad”, dijo la Casa Blanca en la orden publicada.
La embajada china en Washington no respondió a una solicitud de comentario de Reuters.
El consejero de comercio de la Casa Blanca, Peter Navarro, estimó que al menos medio billón de dólares en capitalización de mercado es representada por las compañías chinas y sus subsidiarias.
“Es una orden de mucho alcance diseñada para ahorcar el capital americano y eliminarlo de la militarización china”, dijo a reporteros en una llamada para hablar sobre el movimiento.
La decisión será un golpe más a la lastimada relación entre ambas economías, que se han enfrentado en temas como el manejo de la pandemia de coronavirus y la imposición china de legislatura de seguridad sobre Hong Kong.
Biden no ha establecido una estrategia detallada frente a China, pero todo indica que continuará con mano dura hacia Pekín, con quien Trump se ha vuelto cada vez más confrontacional durante su último año en el poder.
La orden guarda similitudes con una propuesta presentada por Marco Rubio el mes pasado, que buscaba limitar el acceso a capital estadounidense para compañías chinas que no cumplen con las mismas reglas que sus rivales americanos.
Las empresas chinas ya estaban perdiendo valor en Wall Street, y el anuncio ha enfriado aún más sus desempeños.
“Es probable que el mercado esté preocupado de que el presidente Trump vaya a aumentar las tensiones con China e Irán en los próximos dos meses”, dijo Chris Zaccarelli, jefe de Inversiones de la Independent Advisor Alliance.