La discusión sobre el reetiquetado de bebidas no alcohólicas y alimentos vuelve a ponerse sobre la mesa con la llegada del nuevo gobierno.

El titular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, (Cofepris) José Alonso Novelo Baeza, dijo la semana pasada que se modificará el etiquetado en los productos para mostrar su contenido en azúcares, grasas y sodio en un lapso de cuatro a cinco meses, medida presentada en primera instancia como amparo por la organización El Poder del Consumidor en 2015 y resuelto en su contra en 2018.

La decisión de la Cofepris choca con lo dicho por Julio Sánchez y Tépoz, ex titular de la dependencia de gobierno, quien el año pasado sostuvo que el actual etiquetado se desarrolló con base a información técnica y científica, sin que pusiera en riesgo la salud de los consumidores.

Hay una diferencia de cómo se están haciendo las cosas con el nuevo gobierno, empezando por el doctor Novelo y el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, López-Gatell, que privilegian la salud pública sobre los interese económicos

dijo Katia García, coordinadora de salud alimentaria en El Poder del Consumidor.

Novelo Baeza comentó la semana pasada que para modificar la Norma Oficial Mexicana NOM-051-SCFI/SSAI-2010 no participarán empresas y dependerá de las autoridades regulatorias y estará asesorada por la academia y organizaciones.

“El etiquetado que tenemos fue estudiado hace tres años y estoy de acuerdo que no deben participar en este proceso entes que tengan conflicto de interés como es la industria o el comercio y debe de estar en manos de una agencia reguladora aconsejado de la sociedad civil y la academia”, expuso Novelo Baeza durante su comparecencia ante el Senado.

En México se tiene un etiquetado que no informa al consumidor y la propuesta que se maneja es que los productos tengan uno frontal donde se indique cuando un producto tenga exceso de calorías, azúcares, grasas saturadas y sodio, como se muestra en países como Chile, Brasil o Canadá, agregó la representante de El Poder del Consumidor.

Por su parte, El Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo (ConMéxico), que agrupa a 44 empresas como Coca Cola Femsa, Bimbo y Sigma, se opuso a la norma promovida por la organización desde 2016.

EL CEO buscó vía telefónica y por correo electrónico a ConMéxico, pero hasta el cierre de esta edición no obtuvo respuesta.

Marisol Huerta, analista en Banco Ve por Más, explicó que ve difícil que las empresas cambien el etiquetado de sus productos en el corto plazo por el desembolso que representaría volver a reimprimir el material.

“Las empresas ya tienen un stock de etiquetas y de envolturas, sería un gasto importante el deshacerse de éstos para volver a imprimir unos nuevos. No creo que se pueda realizar en el plazo de cinco meses como se plantea”, explicó Huerta.

Consumidores más informados

De acuerdo con Huerta, en la actualidad los consumidores conocen más sobre las implicaciones y riesgos a su salud por consumir ciertos alimentos y bebidas, además de tener opciones más amplias para elegir.

La industria conoce bien a los diferentes públicos a los que va dirigido y desde hace unos años trabaja para ofrecer una amplia gama de productos para que el consumidor pueda elegir entre alimentos con bajo contenido calórico y otras especificaciones

dijo Marisol Huerta, analista en Banco Ve por Más. 

La mayoría de las empresas cuentan con productos ‘light’ que contienen una menor porción de azúcares o grasas.