Los trabajadores de una planta de General Motors están en medio de una controversia comercial entre Estados Unidos y México, pues los trabajadores están luchando por reemplazar a su sindicato alegando problemas de seguridad, incluida una aplicación laxa de los protocolos contra COVID-19, reportó Bloomberg.

La planta, ubicada cerca de la ciudad de Silao, Guanajuato, ha surgido como un caso de prueba importante para nuevas disposiciones laborales en virtud de un acuerdo comercial renovado con América del Norte.

Esta sede es una de las tres plantas de GM que producen camionetas pick-up altamente rentables, por lo que resulta esencial para el balance de la empresa, según dijeron a Bloomberg cinco empleados de la planta, quienes pidieron el anonimato por temor a represalias.

Una de las fuentes reveló que su área de trabajo no cumple con la ‘sana distancia’, incluso después de que dos empleados de su equipo murieron a causa de COVID-19.

Otra de las personas consultadas dijo que a pesar de que un compañero de trabajo contrajo el virus, la empresa le pidió el regreso inmediato al trabajo sin hacerse una prueba.

En tanto, una tercera fuente dijo que no le han dado un uniforme adecuado que le impida quemarse las piernas, además de que ha desarrollado problemas de espalda pues no le han proporcionado el calzado adecuado.

Pese a los señalamientos de los trabajadores, la oficina de General Motors en México dijo en un comunicado que ‘la seguridad es su prioridad’.

En ese sentido, señaló haber implementado “estrictos protocolos de seguridad sanitaria” siguiendo las recomendaciones de las autoridades mexicanas y la Organización Mundial de la Salud.

La planta ha tenido cinco inspecciones por parte de agencias estatales y federales relacionadas con las medidas pandémicas que encontraron que cumple totalmente con los protocolos, dijo el fabricante de automóviles.

Asimismo, agregó que dota a sus trabajadores de equipos de protección y realiza capacitaciones periódicas para reforzar la seguridad.

Los cinco trabajadores que fueron entrevistados forman parte de un grupo que busca reemplazar al actual sindicato, quienes señalan que 18 de sus colegas fueron despedidos en 2019 por organizar a los trabajadores para que eligieran una alternativa.

Al respecto, General Motors dijo que “respeta y apoya los derechos de nuestros empleados de dar una respuesta personal, libre, secreta y directa con respecto a su representación sindical”. La compañía señaló que seguirá la ley para garantizar la integridad del proceso de votación en la planta.

El problema, con alcance bilateral

Los alegatos subrayan las dificultades en la planta, que cuenta con más de 6,000 trabajadores sindicalizados y está ubicada a unos 350 kilómetros al noroeste de la Ciudad de México.

Las autoridades mexicanas cerraron una votación liderada por los sindicatos allí a principios de este año, citando irregularidades.

La jefa de comercio de Estados Unidos, Katherine Tai, pidió más tarde que revisara si a los empleados se les estaba negando el derecho de libre asociación y negociación colectiva, lo que abrió un espinoso asunto bilateral.

Las quejas también muestran que algunos trabajadores mexicanos están ansiosos por desafiar el status quo bajo el nuevo régimen después de décadas de un sistema que consideran ineficaz.

Discrepancia salarial

Los trabajadores de la planta de Silao dicen que ganan menos de 25 dólares al día, en comparación con los salarios en un rango de 18 a 32 dólares por hora en las plantas de GM en Estados Unidos y Canadá.

Los bajos salarios de México, y sus sindicatos que tradicionalmente buscan los intereses de los empleadores antes que los de los trabajadores, han sido un objetivo en el tratado comercial México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

Los nuevos mecanismos del acuerdo permiten a Estados Unidos solicitar una revisión de los derechos de los trabajadores y las cuestiones laborales, pero el proceso aún no se ha probado.

Estos votos sindicales “cuando se aplican correctamente, ayudan a los trabajadores a obtener mejores condiciones salariales y de beneficios”, dijo Joyce Sadka, experta laboral del Instituto Tecnológico Autónomo de la Ciudad de México.

Sadka y sus colegas laborales se reunieron con la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, cuando estuvo en la Ciudad de México la semana pasada. Sadka dijo a la delegación de EU que los votos sindicales están avanzando a pesar de varios desafíos, incluido el financiamiento.

La empresa está profundamente arraigada en México, con una oficina central en la Ciudad de México e instalaciones en Ramos Arizpe, San Luis Potosí y Toluca.

Sindicato y T-MEC

La Confederación de Trabajadores Mexicanos (CTM), con la cual los trabajadores mantienen un contrato colectivo, tiene 4.5 millones de miembros y ha sido acusada durante décadas de no proteger los intereses de los trabajadores.

El gobierno de México estima que alrededor del 80% de los contratos sindicales se firman sin el conocimiento de los empleados y les otorgan poco más que sus derechos legales básicos.

Estos llamados contratos de protección han ayudado a mantener bajos los salarios y a las empresas contentas en México, pero también han provocado que los negociadores estadounidenses establezcan disposiciones laborales más estrictas en el marco del T-MEC.

Como parte de las disposiciones del T-MEC, la administración de López Obrador impulsó una ley en 2019 que requiere que los sindicatos realicen votaciones en boleta secreta para validar sus contratos laborales.

Esto está destinado a expulsar a los sindicatos que no representan legítimamente a los trabajadores, pero la planta de GM en Silao ilustra los desafíos que enfrenta la nación para reformar el modelo arraigado.

La Secretaría del Trabajo dijo que cerró las elecciones lideradas por los sindicatos en la fábrica de Silao después de descubrir que las boletas no utilizadas habían sido destruidas.

Cuando solicitó inspeccionar los votos que ya habían sido emitidos, aproximadamente la mitad de los 6,494 trabajadores sindicalizados habían votado, el sindicato se negó, según un informe preliminar de la dependencia.

López Obrador dijo que la votación tendrá que realizarse nuevamente. con el fin de eliminar el fraude, pero hasta el momento no se ha anunciado una nueva fecha, a pesar de que ya ha transcurrido el periodo en el que se suponía que había ocurrido una nueva elección.