El gigante automotriz estadounidense General Motors (GM) abandonará los mercados de Australia, Nueva Zelanda y Tailandia para fin de año, en un esfuerzo por reestructurar sus operaciones en los mercados no tan provechosos fuera de Estados Unidos y China.
GM se enfocará en mercados principales como Estados Unidos, China, Corea del Sur, Sudamérica y Medio Oriente, luego de salir de países como Rusia y Francia, donde vendió Opel y Vauxhall a Peugeot en 2017.
“Estamos reestructurando nuestras operaciones internacionales, enfocándonos en mercados donde tenemos las estrategias correctas para obtener ganancias robustas y priorizando inversiones globales que desarrollarán el futuro de la movilidad, especialmente en vehículos eléctricos y autónomos”, dijo Mary Barra, directora general de la compañía.
El fabricante de automóviles pondrá fin a Holden -una emblemática marca australiana de 160 años de antigüedad- con la liquidación en los próximos meses de las actividades de ingeniería, diseño y ventas en Australia y Nueva Zelanda.
En 2017, esta filial de GM anunció la deslocalización de su producción, lo que puso fin a la fabricación de automóviles en ese país. Desde entonces, las ventas de Holden se redujeron a más de la mitad, por lo que la compañía dijo que ya no puede justificar su inversión en la marca.
Los nuevos planes de GM no acaban ahí. La compañía logró un acuerdo con la automotriz china Great Wall Motors, que comprará la planta de GM en Rayong, Tailandia, y frenará la venta de sus modelos Chevrolet en el país asiático.
El costo de las acciones emprendidas por General Motors para su reestructuración será de aproximadamente 1,100 millones de dólares, según estimaciones de la automotriz, incluyendo 300 millones de dólares en efectivo.
Una oportunidad para China
El ajuste de GM representa una gran oportunidad para que los fabricantes chinos lleguen a nuevos mercados, de acuerdo con el Financial Times.
Great Wall, una de las pocas compañías automotrices chinas que no pertenecen al estado, plantea superar en 2020 el millón de vehículos vendidos que alcanzó el año pasado. En enero, la compañía china también adquirió la fábrica de GM en Talegaon, India.
Además, Geely, el mayor fabricante de autos en China, ha fijado su objetivo en los mercados europeos y el de Estados Unidos a través de la adquisición de Volvo y una participación en la alemana Daimler.
Aunque se espera que las ventas de GM sean bajas este año, en línea con la pronosticada caída de las ventas de vehículos a escala mundial, la compañía apuesta por seguir los pasos de Tesla, la firma de Elon Musk que se encamina a dominar el mercado en los próximos años.
GM se encuentra entre los fabricantes de automóviles tradicionales más agresivos en la búsqueda de vehículos híbridos, con planes de tener hasta 20 modelos de autos eléctricos en venta dentro de los próximos tres años.