Tras un año complicado, General Electric tuvo un buen cierre: superó las estimaciones de ventas y flujo de liquidez en el cuarto trimestre de 2018.
Las buenas noticias impulsaron a sus acciones,, que se disparaban 13.96% a las 11:44 am (hora de la Ciudad de México).
El conglomerado industrial reportó un incremento en sus ventas de 5% a 33,300 millones de dólares, con lo que superó las estimaciones de 32,600 millones de analistas.
La ganancia sumó 666 millones de dólares para el cuarto trimestre, recuperándose del cargo por 23,000 millones de dólares que asumió tres meses antes, durante el inicio de una reestructuración bajo un nuevo presidente ejecutivo. La compañía comentó también que había llegado a un acuerdo tentativo para solucionar un caso de hipotecas subprime con los reguladores estadounidenses.
GE reportó beneficio de operaciones continuas de 8 centavos por acción, lo que se compara con la pérdida de 1.29 dólares por título del mismo periodo del año pasado. En base ajustada, ganó 17 centavos por acción.
El flujo de liquidez industrial libre sumó 4,900 millones de dólares en el cuarto trimestre, bajo los 6,800 millones de dólares del mismo período de 2017 pero sobre los 4,000 millones que esperaban los inversionistas, de acuerdo con el analista de Gordon Haskett, John Inch.
Los resultados alivian el año excepcionalmente malo que tuvo la compañía que comenzó con un cargo de 11,000 millones de dólares y revelaciones de pesquisas contables de reguladores estadounidenses, y cerró con el nombramiento de un nuevo presidente ejecutivo, encargado de acelerar ventas de activos por 20,000 millones de dólares y reducir la enorme deuda.
Muchos analistas se habían preparado para resultados decepcionantes del cuarto trimestre y algunos esperaban que el presidente ejecutivo, Larry Culp, hablara sobre las malas noticias, pero éste no entregó pronósticos para 2019.
“El único dato relevante en las cifras trimestrales es que las ventas reales y el flujo de liquidez libre proveniente de los negocios industriales fueron mejores a lo previsto. La empresa además solucionó uno de sus mayores litigios con el Departamento de Justicia estadounidense”, comentó el analista de William Blair, Nicholas Heymann.
Si bien no difundió previsiones, Culp fijó objetivos que igualaron lo que analistas e inversionistas habían pedido por mucho tiempo: elevar la calificación “BBB” de GE a calidad “A”, reducir la deuda industrial y restablecer el dividendo.
La golpeada división de energía perdió 872 millones de dólares en el trimestre, mientras que la división financiera GE Capital perdió 177 millones.