La compra de la refinería de Deer Park fue señalada por la administración del presidente López Obrador como un logro en materia de autosuficiencia de gasolina y diésel. Sin embargo, la actual normativa mexicana impide que la gasolina producida por este complejo sea importada a México, por lo que el impacto en la oferta nacional dependerá de la habilidad de Pemex de realizar operaciones de intercambio en el extranjero.

“Deer Park no produce gasolina del grado que se consume en México, porque está libre de oxigenantes. Esto tiene que ver con que el Congreso retrasó la entrada en marcha de la NOM-016 de la CRE. Podría parecer un problema menor, pero importar esta gasolina terminaría por dar luz verde a la norma, lo que beneficiaría más a los importadores privados que al propio Pemex”, explicó una fuente que pidió no ser identificada.

La fuente dijo que, si el análisis fuera estrictamente numérico, los 340,000 barriles diarios producidos en Deer Park llevarían la producción de Pemex a 810,000 barriles diarios, por lo que la eventual puesta en marcha de Dos Bocas, si es que ocurre, ayudaría a la petrolera a cumplir con su meta. Sin embargo, advirtió que romper el impedimento normativo resultaría ‘suicida’.

Para que Pemex pudiera producir un mayor volumen de gasolina que cumpla las características exigidas por la NOM-016, tendría que realizar una importante inversión en la reconfiguración del Sistema Nacional de Refinación, razón por la cual el Congreso decidió retrasar la norma en beneficio de la petrolera estatal.

La alternativa para Pemex sería realizar un intercambio en el mercado de líquidos para obtener una utilidad o una cantidad mayor de barriles de gasolina que sí se puedan importar a México. Otra opción sería vender la gasolina directamente y utilizar las ganancias para comprar este tipo de gasolina y diésel.

David Maravilla, lead analyst de Horizon Client Access, dijo que esta condición ocurrirá siempre y cuando Pemex y la administración federal no encuentren la forma de hacer una excepción legal en favor de la petrolera.

“Al final sólo sería aplicable en el caso de que las reglas de importación de combustibles permanecieran como hasta ahora están en vista de la suspensión a los cambios en la Ley de Hidrocarburos. El gran problema es que hay discrecionalidad por parte de Sener para ver a quién le aprueba permisos y bajo qué circunstancias, por lo que podría decir que esa gasolina está permitida para Pemex y para otros no”, advirtió Maravilla.

El experto señaló que hay zonas del país donde los privados ya importan más gasolina que Pemex, y que esta situación no se debe sólo a la capacidad de la petrolera estatal, por lo que un aumento en las importaciones de Pemex tendría que enfrentarse a una nueva realidad en el mercado mexicano.

Añadió que esta alza en el volumen no representa un “fortalecimiento de Pemex”, pues no refleja el mejoramiento de la infraestructura actual de Pemex, sino sólo un aumento en el control de la empresa sobre el volumen que se importa al país.

David Rosales, analista del sector, destacó que a Pemex TRI le conviene más vender la gasolina en el sitio donde está ubicada Deer Park, y dijo que la cantidad de gasolina que entra al país debería depender de la demanda nacional, y no de lo que ocurre en esta refinería.

“Realmente el tema es de balance: si vamos a seguir con el nivel de consumo en México, cuánto importa depende de la producción doméstica, y la diferencia entre demanda y producción debe venir de Estados Unidos, y no importa tanto si es de Deer Park o no”, consideró.