El gasoducto marino Sur de Texas-Tuxpan, uno de los siete que estuvieron en conflicto con el gobierno federal, ya entró en operación.
Infraestructura Marina del Golfo, el consorcio constructor formado por las firmas IEnova y TC Energy (antes TransCanada), dio a conocer este martes la información a través de un comunicado enviado a la Bolsa Mexicana de Valores.
Las empresas detallaron que el gasoducto implicó una inversión de aproximadamente 2,600 millones de dólares.
Además, tiene la capacidad de transportar 2,600 millones de pies cúbicos diarios de gas natural, con lo que se incrementa la capacidad de importación del hidrocarburo a México en aproximadamente 40%, y se asegura el abastecimiento en zonas que actualmente presentan déficit de suministro.
El gobierno de López Obrador había objetado cláusulas en contratos otorgados por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en el sexenio pasado para el servicio del transporte de gas natural.
La administración federal sostenía que los términos de esos contratos, vinculados a siete gasoductos y cuatro empresas, dañaban las finanzas de la eléctrica nacional.
El 27 de agosto y tras semanas de negociaciones, el gobierno anunció que había alcanzado acuerdos con TC Energy, IEnova y Grupo Carso, pero faltaba cerrar el de Fermaca, lo que finamente logró.
Durante el conflicto con el gobierno, el consorcio Infraestructura Marina del Golfo informó que en junio había terminado la construcción del gasoducto, pero que no podía operar porque faltaba que la CFE liberara un documento con la fecha de inicio de operación comercial.