Morgan Stanley registró un aumento del 45% en sus ganancias trimestrales en el segundo trimestre de 2020, gracias al incremento de las utilidades en su negocio de intermediación bursátil, en un contexto de fuertes vaivenes en los mercados desde marzo por la crisis sanitaria.

Las ganancias del banco atribuibles a los accionistas ordinarios aumentaron en el segundo trimestre a 3,200 millones de dólares, o 1.96 dólares por acción, frente a los 2,200 millones de dólares, o 1.23 dólares por papel, de hace un año.

Los analistas esperaban en promedio una utilidad de 1.12 dólares por papel, según datos IBES de Refinitiv.

Con los resultados, Morgan Stanley se unió a la lista de bancos que registraron un segundo trimestre para recordar, gracias a las medidas de la Reserva Federal en respuesta a la pandemia, destacó Bloomberg.

“Mientras el brote de COVID-19 se intensificó más temprano este año, la Fed liberó el camino para que las compañías accedieran al efectivo que necesitaban desesperadamente con programas que sirvieron efectivamente como respaldos de crédito, permitiendo que los mercados se descongelaran”, explicó la agencia especializada. “Eso impulsó la demanda de los servicios de trading de Wall Street”.

Potencias de la intermediación financiera como Morgan Stanley y Goldman Sachs tuvieron mejor desempeño que rivales más centrados en el ciudadano común como JPMorgan Chase, Bank of America y Citigroup, que tuvieron que provisionar grandes reservas para cubrir préstamos que podrían quedar impagos.

No obstante, la mayoría de los ejecutivos de Wall Street advirtió que el auge de estas operaciones no durará mucho y el presidente ejecutivo de Morgan Stanley, James Gorman, reconoció que será difícil repetir las cifras récord del banco en los próximos trimestres.

“Claramente será un desafío igualar en la segunda mitad de 2020 los resultados récord del primero (…) Dicho esto, muchas partes de nuestro negocio deberían seguir yendo bien”, señaló.

Gorman atribuyó el exitoso trimestre al plan que tiene el banco desde hace una década que equilibra la estabilidad del negocio de gestión patrimonial con una mínima exposición a los préstamos al consumidor frente a la impredictibilidad de su negocio de intermediación financiera.

Morgan Stanley apartó 239 millones de dólares para cubrir potenciales pérdidas de créditos, por debajo del trimestre previo, que no incluye el negocio de las tarjetas de crédito o los préstamos a pequeños negocios, sectores muy golpeados por la pandemia del COVID-19.

Las acciones del banco subieron hasta 3.97% en las primeras operaciones de Wall Street, a 53.39 dólares.

Con información de Reuters