Las ganancias de HSBC cayeron 57% en el primer trimestre de 2020, a 1,785 millones de dólares, respecto al mismo periodo del año anterior, debido a un aumento de la partida destinada para pérdidas crediticias provocado por los estragos de la pandemia de COVID-19 en la economía.
En el periodo enero-marzo, el banco incrementó sus cargos por deterioro crediticio en 417% en comparación del mismo lapso de 2019, a 3,000 millones de dólares, por la posible quiebra de los negocios y el incumplimiento de pagos causado por las medidas de aislamiento para controlar la propagación del brote.
El aumento de las provisiones totales de créditos fue el mayor para HSBC desde la crisis financiera de 2009 y fue más severo que el de bancos estadounidenses como JPMorgan Chase, Goldman Sachs, Wells Fargo o Morgan Stanley, que también se preparan para préstamos incobrables.
“El impacto económico de la pandemia de COVID-19 en nuestros clientes ha sido el principal impulsor del cambio en nuestro desempeño financiero desde el comienzo del año”, dijo Neil Quinn, CEO de HSBC.
“Las perspectivas para las economías mundiales en 2020 han empeorado sustancialmente en los últimos dos meses”, señaló.
Los ingresos totales cayeron 5.1%, a 13,690 millones de dólares, a lo que la entidad atribuyó al resultado de los impactos adversos del mercado en la creación de seguros de vida, así como menores volúmenes de préstamos y transacciones.
HSBC advirtió que la interrupción de la actividad económica provocada por la pandemia, aunado con la volatilidad de los mercados, podría tener un mayor impacto en su negocio durante el resto del año.
A pesar de ello, el mercado minorista de Hong Kong y el banco de inversión registraron un desempeño sólido, debido a una mayor negociación de productos de renta fija, tasas y divisas.
El banco planea reducir los costos operativos en 2020 para aminorar el golpe a sus ingresos y retrasó sus planes de reestructuración dados a conocer en febrero, que contemplaban el recorte de 35,000 empleados.