Bank of America registró una ganancia neta de 3,284 millones de dólares en el segundo trimestre del año, o 37 centavos por acción, una caída de 53.8% respecto al mismo periodo de 2019, mientras el banco se prepara para asumir préstamos incobrables.

Pese a las pérdidas, la firma superó las expectativas de analistas, quienes esperaban una utilidad ajustada de 26 centavos de dólar, de acuerdo a Refinitiv.

La entidad financiera reservó 5,117 millones de dólares en el periodo abril-junio ante eventuales impagos, frente a los 900 millones en el mismo lapso del año previo, para enfrentar lo que describió como la peor crisis desde la Gran Depresión.

“En el periodo más tumultuoso desde la Gran Depresión, hemos cumplido para nuestros clientes, nuestros empleados, nuestras comunidades y nuestros accionistas”, dijo el CEO del banco, Brian Moynihan.

Tras el reporte, las acciones de Bank of America caen 2.2%, a 24.04 dólares en la bolsa de Nueva York a las 10:45 a.m. (horario de Ciudad de México).

En medio de la crisis económica, el valor de mercado de Bank of America ha perdido más de 30% respecto al último cierre de 2019.

Las reservas de efectivo de la compañía representan un monto menor en comparación de las cifras mostradas por otros bancos de Wall Street en el inicio de la temporada de reportes.

Esto fue en parte porque el prestamista reservó más dinero en el primer trimestre, mientras que sus gastos por provisiones subieron apenas 7% en el segundo periodo del año, frente al incremento de 26% de JPMorgan Chase y de 12% de Citigroup.

La división comercial ayudó a compensar las pérdidas causadas por la pandemia de COVID-19, aunque los resultados en esta división de la empresa fueron menos sorprendentes que los rivales JPMorgan Chase y Goldman Sachs.

Los ingresos por comercio de bonos crecieron 50%, a 3,200 millones de dólares, y los ingresos por comercio de acciones subieron 7%, a 1,200 millones. En conjunto, la división comercial superó las estimaciones en 500 millones de dólares.

Según analistas, Bank of America es el banco más sensible a los cambios en la tasa de interés, situación que puede afectar sus resultados en lo que resta del año.

Para contrarrestar los efectos de la crisis provocada por el virus, la Reserva Federal (Fed) ubicó su tasa de referencia en un rango de entre 0 y 0.25%.

Con información de Reuters