Las cuentas por pagar y el retraso en pagos de facturas representan un reto significativo de las empresas mexicanas que enfrentan desafíos financieros a partir del confinamiento por COVID-19. 

En el contexto de la pandemia, y durante lo que va de 2020, hasta 52% del total de las ventas entre empresas (B2B) se realizan a través de crédito comercial, es decir, un incremento del 7%, de acuerdo con un reporte de la aseguradora Atradius.

Además, el porcentaje de facturas que no se pagan a tiempo se elevó al 15% del valor total de las ventas en este año, mientras que los retrasos en los pagos entre empresas llegó a 47% de las ventas a crédito.

Hemos visto en el tema de exportación y ventas nacionales, en ciertas industrias, que estos pagos han sufrido ciertos atrasos al grado que incluso la calificación crediticia se ha degradado. Esto ha pasado principalmente en sectores como el automotriz

 Edmundo Montaño, director general de Drip Capital en México

Montaño comentó que la venta entre empresas, en su mayoría, es en crédito y el que los pagos se están atrasando provoca una reacción en cadena que genera atrasos en toda la industria. 

“Cuando una empresa tarda en pagar a otra empresa no se acaba ahí el problema, sino que la que esperaba recibir el pago a su vez tiene proveedores que está atrasando al no pagarles ya si sucesivamente”, dijo Montaño.

Ante el incremento en retrasos de pago de las facturas y cuentas sin pagar por parte de clientes, el factoraje destaca como una alternativa para proteger las ventas durante la crisis.

El financiamiento por factoraje consiste en que una institución financiera  adelanta el pago de facturas a una empresa de algo que ya vendió. 

Financiamiento por factoraje disminuye riesgos

El financiamiento por factoraje sin recurso, según Montaño, elimina el efecto de reacción en cadena.

Ejemplifica que en Drip Capital, fintech especializada en financiamiento, los compradores de sus clientes están asegurados con un seguro de crédito comercial y lo que protege es que si uno de los compradores de sus clientes cae en insolvencia o bancarrota la factura está protegida. 

El factoraje se está convirtiendo en un producto más conocido que quizá las empresas no tenían mucha noción que una solución como está existían justo para financiar sus ventas

 Edmundo Montaño

Otro factor que ha impulsado el interés en el financiamiento por factoraje es que la banca continúa limitando la emisión de nuevos créditos y las empresas al no tener acceso a nuevas líneas de crédito de los bancos necesitan buscar otro tipo de opciones, de acuerdo con Montaño. 

Luis Niño de Rivera, presidente de la Asociación de Bancos de México, comentó en conferencia de prensa la semana pasada que el crédito empresarial mantiene un crecimiento positivo, mientras el crédito a las pymes no acaba de reactivarse con la suficiente solidez para mantener un ritmo ascendente. 

“Con las grandes empresas crece al 3%, donde tenemos en la banca dos millones de pesos colocados en ese segmento y en el de las pymes, 419, 000 millones de pesos”, dijo Niño de Rivera.

De acuerdo con Niño de Rivera, en el mes de julio hubo un repunte de crédito y en el mes de agosto nuevamente una caída del 3.9%, pero sigue estando por encima del nivel más bajo que tuvo hace tres meses, cuatro meses, que fue en el mes de junio.

Meses atrás, las pymes comenzaron a solicitar financiamiento por factoraje. Aunque continua al alza las solicitudes no solo son de pymes, sino también de empresas más grandes, es decir, que facturan más de 30 millones de dólares que tradicionalmente tienen acceso a capital muy económico, dijo Montaño.