ExxonMobil y G500 tienen un as bajo la manga para librar el desabasto de gasolina en México
ExxonMobil y G500 tienen un as bajo la manga para librar el desabasto de gasolina en México

ExxonMobil y G500 tienen un as bajo la manga para librar el desabasto de gasolina en México

¿Qué tienen en común ExxonMobil y G500? Ambas tienen condiciones para mitigar el impacto del desabasto de gasolina de combustibles que afecta a cientos de estaciones de servicio en seis estados del país, de acuerdo con participantes del sector.

Ninguna de las dos depende al 100% de la infraestructura de Petróleos Mexicanos (Pemex), eso significa que la gasolina que venden en sus estaciones la compran de otros proveedores que les hacen llegar la molécula a través de ferrocarril y otros medios de transporte.

Así, la nueva estrategia de Pemex, que consistió en cambiar el método de transporte de las gasolinas de ducto a pipas, no les afectó, o lo hizo en menor medida comparado con las gasolineras que dependen al 100% del abasto de Pemex.

G500, que encabeza Luz María Gutiérrez, es socio de la empresa suiza Glencore. Esta última le provee parte de la gasolina que vende, aunque el resto lo sigue comprando a Pemex. Sin embargo, la menor dependencia le permitió limitar el impacto.

Nosotros no estamos protegidos del robo de combustible, ese es un problema nacional (…) pero Glencore tiene una terminal de abasto en Dos Bocas, Tabasco, y de ahí estamos haciendo lo posible por satisfacer la demanda que hay hacia distintas zonas del país

dijo en entrevista con EL CEO Luz María Gutiérrez, directora general de G500.

La directiva evito dar detalles sobre qué porcentaje del producto que vende lo compra a Pemex y cuánto a Glencore, pero la empresa aclaró en un comunicado que el desabasto no afectó a todas sus estaciones.

“Tener múltiples participantes en transporte y almacenamiento ayuda a tener mayor seguridad energética y mejores condiciones para enfrentar retos de desabasto como este”, dijo Ramsés Pech, analista del sector energético.

En el caso de ExxonMobil, que dirige Carlos Rivas, la empresa también vende su propia molécula y le llega desde sus refinerías en Kansas City.

De acuerdo con participantes del sector consultados, hay estaciones de servicio que han tenido aumentos en sus ventas que van de 30% a 300%, aunque evitaron hablar de marcas en específico.

“Hay empresas que están vendiendo 30% o 40% más de lo que vendían antes de las acciones del gobierno federal”, dijo Luis Miguel Labardini, socio del despacho especializado Marcos y Asociados.

“Siendo que ellos no tienen desabasto, la demanda se redistribuye entonces la gente que va a una estación de servicio de Pemex, no hay gasolina entonces se dirige a la que sí tiene. ¿Ellos podrán satisfacer la demanda que están recibiendo? Si lo hacen, se están sacando la lotería”, dijo Erick Sánchez Salas, especialista en el sector de energía.

ExxonMobil tiene cuatro terminales de almacenamiento de hidrocarburos en Salinas Victoria, Nuevo León; San Luis Potosí; San José de Iturbide, Guanajuato; y Tula, Hidalgo, con una capacidad de 20 días de inventario, de acuerdo con una entrevista concedida por la empresa a El Economista.

Ese dato contrasta con los 2.2 días de inventarios de gasolinas que tiene Pemex en la zona centro del país, de acuerdo con datos de la Secretaría de Economía.

El huachicol evidencia otros problemas de Pemex: la falta de infraestructura e inventarios.

El 80% de la gasolina que se consume en el país se transporta por ductos y el resto se hace a través de otros medios, dijo en entrevista radiofónica con Carmen Aristegui, Juan Pablo González, presidente de la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros.

De acuerdo con el presidente Andrés Manuel López Obrador, el gobierno necesita alrededor 3,000 pipas para abastecer a las zonas afectadas por la falta de combustible, pero Pemex cuenta con alrededor de 1,500, por lo que ha tenido que apoyarse en empresas privadas para seguir llevando el combustible a las estaciones de servicio.

El futuro de Pemex

De acuerdo con Erick Sánchez, esta coyuntura podría hacer que otras gasolineras, que hoy dependen al 100% de Pemex, busquen diversificar su plataforma de proveedores para disminuir el riesgo de desabasto en el futuro.

Para evitar perder clientes por esta situación, Pemex hará sacrificios en detrimento de sus finanzas, explicó Labardini. La empresa petrolera del Estado está absorbiendo el costo de transportar las gasolinas vía terrestre, que es 14 veces mayor que transportarla por ducto, para que las estaciones no busquen otros proveedores, explicó.

G500 tiene una red de 1,300 estaciones, de las cuales 350 ya operan con su marca y el resto todavía ostenta la marca de Pemex, pero están en proceso de reconversión, explicó Luz María Gutiérrez. ExxonMobil, por su parte, cuenta con alrededor de 90 estaciones de servicio con su marca, de acuerdo con información de su página de internet.

El CEO buscó a ExxonMobil, pero no obtuvo respuesta al momento de publicar esta nota.

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