Gracias a su privilegiada localización geográfica, México se ha convertido en uno de los países predilectos de las compañías de cara a la creciente tendencia del nearshoring o relocalización de empresas; sin embargo, esta oportunidad para el desarrollo económico del país también traerá múltiples retos.
Según cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), la relocalización de empresas ha traído consigo 174 anuncios de inversión, que ascienden a unos 74,000 millones de dólares.
Algunos de los primeros sectores en recibir los beneficios de esta creciente tendencia son el automotriz autopartes, fabricantes de calentadores de agua, aire acondicionado, dispositivos médicos, maquinaria, muebles y textiles.
Si bien diversos miembros de la iniciativa privada y los diferentes niveles de gobierno están trabajando por ofrecer las condiciones óptimas para la tracción de mayor inversión, aún quedan múltiples tareas por hacer.
Retos de México frente al nearshoring
A lo largo de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se ha buscado llevar a las empresas a invertir al sureste mexicano; sin embargo, la mayoría prefieren hacerlo en el norte o centro para estar más cerca de Estados Unidos, por lo cual la competencia por atraer inversión no sólo será nivel internacional sino también local.
De acuerdo con Mario Hernández, socio líder del segmento IMMEX de KPMG México, los incentivos que cada estado ofrezca serán vitales para la llegada de organizaciones. Además, la decisión también se verá influenciada por clústeres de una industria en concreto, las operaciones comerciales, costos logísticos, infraestructura, entre otras cosas.
Factores que ayuden al desarrollo de las compañías tales como infraestructura —parques y naves industriales— son algunos puntos que diversos estados deben desarrollar para volverse atractivos para la inversión que podría llegar con el nearshoring. A ello se le debe sumar el correcto funcionamiento de servicios básicos como la electricidad, agua, gas natural, seguridad, etc.
Múltiples empresas también están en búsqueda de implementar energías limpias para cumplir con algunos de sus objetivos, situación que en México ha quedado un tanto rezagada por la inversión realizada en algunas compañías de energías más contaminantes.
Finalmente, se encuentra la conectividad entre puertos, carreteras y estaciones ferroviarias para que ello facilite el traslado de mercancías y por tanto ayude a las importaciones y exportaciones.
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