Ruth Muratori
Uno de los grandes problemas que podemos tener al no saber gestionar bien nuestro dinero, son las deudas, las cuáles no solo nos pasan factura a nivel económico, sino también a nivel emocional.
Si no sabemos gestionar bien esas deudas, pueden llegar a ser una fuente de estrés, preocupación e incluso depresión.
Pero… ¿Es posible vivir sin endeudarse?
La única forma para evitar tener deudas, es implementar en nuestro día a día hábitos financieros saludables que sean positivos tanto para nuestro dinero, como para nuestro bienestar mental y emocional.
Por eso, es necesario cambiar nuestra mentalidad y aprender a integrar esos buenos hábitos que nos faciliten el ahorro para tener el control de nuestras finanzas.
Te comparto algunos hábitos o métodos que te pueden ayudar a cumplir esta tarea.
1.Reduce tus necesidades
Es importante que empieces planteándote tus hábitos de compra para hacer pequeños cambios diarios que te proporcionen mayor tranquilidad económica.
Antes de comprar, piensa si lo necesitas o lo deseas, ya que dependiendo de si es una necesidad o un deseo, tu plan de acción para conseguirlo cambiará.
Por ejemplo, pagar un alquiler, una hipoteca o comprar comida para alimentarte es un gasto necesario para poder vivir.
Sin embargo, comprar un videojuego o cenar en un restaurante de lujo es un capricho, un deseo. Está bien tener deseos, pero en vez de pagarlo con la tarjeta de crédito, crea tu plan de ahorro para poder comprarlo sin necesidad de pedir un préstamo.
Así tendrás el control de tus finanzas en todo momento y no pagarás de más por intereses y comisiones.
2.Ten un presupuesto
Es esencial tener una hoja de ruta con tus ingresos, gastos y ahorros para saber el estado de tus finanzas en todo momento. Sin un presupuesto, te será más difícil detectar a tiempo los desajustes y volver a reconducir tu dinero a buen lugar.
Tener un presupuesto no significa que no puedas invertir o gastar dinero en cosas que deseas.
Al tenerlo todo previsto te ayudará a saber cuánto dinero puedes invertir también en ti, en ese salario emocional que también necesitas para vivir con mayor bienestar (un masaje, un curso para formarte, una escapada, etc).
3.Crea un fondo para gastos imprevistos
De vez en cuando, es posible que aparezca algún gasto imprevisto que no tenías contemplado en tu presupuesto (una avería en el auto o en casa, por ejemplo).
Para evitar tener que recurrir a un crédito en estas situaciones, es mejor destinar una parte de tu ahorro a crear ese fondo para gastos imprevistos, así cuando te sucedan no será un gran problema al que no puedas hacer frente y tendrás mayor tranquilidad sin tener que hacer grandes sacrificios.
Te puede interesar: Cuesta de enero 2022 llegará con más presiones inflacionarias
4.Infórmate
Antes de gastar o invertir, siempre es conveniente estar informado para saber si ese movimiento que estás realizando con tu dinero te va a perjudicar o en cambio, te va a traer más abundancia.
Delante de una situación de incertidumbre, busca información de fuentes confiables para ayudarte a tomar la mejor decisión.
La información es poder y si te informas y te educas de alguien que ya haya transitado el camino o que te puede asesorar, darás un salto de gigante para tener una economía sana.
5.Ten una mentalidad de agradecimiento y abundancia
Si constantemente te comparas con los demás y te dejas influenciar por el entorno, es probable que termines comprando cosas que no quieres por envidia o por aparentar.
Cuando vives desde un punto de vista positivo, de gratitud por lo que tienes en el día a día y de abundancia, comprendes que hay recursos y oportunidades para todos, y que cada uno decide su camino.
Los pensamientos de abundancia son necesarios para entender que el dinero es una energía que está en constante movimiento, que al igual que va, regresa y que tú también eres merecedor de tener más abundancia en tu vida.
Implementando estos pequeños hábitos financieros saludables, te darás cuenta que puedes hacer grandes cambios en tu vida para evitar tener deudas y poder vivir así con mayor tranquilidad y bienestar económico, mental y emocional.