El gas natural emerge como un componente crucial para el fortalecimiento de las empresas y la recaudación fiscal en México. Empresas coinciden en que, si se impulsa este sector, podría desempeñar un papel vital en la transición energética del país.

Derivado de la publicación del primer reporte de Sustentabilidad de Valia Energía, la compañía indicó que México está en proceso de posicionarse como un destino atractivo para inversionistas en el sector energético.

Para el productor privado de energía y empresa del portafolio de Actis, México cuenta con oportunidades significativas en la transición energética impulsada por el nearshoring, particularmente en el ámbito del gas natural.

“Nuestros accionistas confían en los sólidos fundamentos y oportunidades que presenta el mercado en la región, así como en el papel clave que desempeña el gas natural en la transición energética”, señaló Narcís de Carreras, CEO de Valia.

Para Valia Energía, el gas natural es la respuesta para que las empresas energéticas puedan fortalecerse financieramente a largo plazo.

Este combustible aborda tres ángulos esenciales: sostenibilidad, descarbonización y costo accesible de la energía para familias, comercios e industrias, proporcionando una base sólida para el futuro energético de México.

Impuestos verdes y la promoción del gas natural

Por su parte, Énestas, otra empresa del sector energético, destacó que el uso de gas natural o gas natural licuado disminuye los costos operativos y reduce las emisiones de CO2 en comparación con otros combustibles fósiles como el diésel, combustóleo o gas LP; marcando también un avance hacia la transición energética.

La promoción del del gas natural también podría incrementar la recaudación de impuestos verdes, de acuerdo con la subdirectora comercial de Énestas, Marcela Gastélum.

Explicó que, en 2023, estos impuestos recaudaron 2,590 millones de pesos, representando el 3.5% de los ingresos por impuestos a nivel nacional.

“Estas políticas ambientales persiguen crear marcos regulatorios que desincentiven las actividades altamente emisoras de Gases de Efecto Invernadero (GEI), encarezcan las fuentes de energía más contaminantes y destinen los recursos recaudados a financiar programas y proyectos de mitigación del cambio climático”, añadió Gastélum.

Estos impuestos, aunque regulatorios y no recaudatorios, incentivan a empresas y consumidores a adoptar prácticas más sostenibles, impulsando así la transición energética.

Según Gastélum, el uso de gas natural no solo reduce los costos operativos y las emisiones de CO2, sino que también promueve un futuro sustentable sin afectar la competitividad empresarial.

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