Dentro de las paredes del quinto banco más grande del mundo algo cambió drásticamente y no tiene que ver con sus finanzas. La formalidad de la vestimenta en Goldman Sachs, implementada bajo su lema de dos palabras: “viste apropiadamente”, se terminó.
En un correo electrónico enviado a los 36,000 empleados del grupo inversionista, se informó que la compañía ahora permitiría a sus trabajadores acudir con un “código de vestimenta flexible”.
El texto, redactado por el presidente ejecutivo, David Solomon, junto con el presidente financiero, Stephen Scherr, y el de operaciones, John Waldron, indica que este cambio se debe a “la naturaleza cambiante de los lugares de trabajo, en general, a favor de un ambiente más informal”.
Los tres directivos invitaron a los empleados a vestirse de “una manera que sea consistente” con las expectativas de los clientes. El correo también señala que esta nueva modalidad no es apropiada para todos los días ni para cada interacción, por lo que los dirigentes de Goldman Sachs confían en que cada persona sabe lo que es y lo que no es apropiado para el trabajo.
Aunque no todo son jeans y camisa casual
Sin embargo, el medio estadounidense Quartz revela que aunque estas nuevas adaptaciones de los banqueros pueden ser un punto a favor de un área laboral con “mente abierta”, también existen notables desventajas.
“’Vestirse apropiadamente’ puede ser una instrucción muy costosa, especialmente para los recién egresados de la universidad o para quien es nuevo dentro de una industria u organización, y en especial, para las mujeres y aquellas personas que provienen de contextos sociales no tradicionales”, detalla el medio especializado.
Uno de los principales inconvenientes es que para las mujeres podría ser difícil diferenciar entre lo que un cliente o un jefe puede considerar como ‘falda apropiada’.
El obstáculo es si verán el uso de tacones, maquillaje o medias como distintivos del profesionalismo o, si en días cálidos, es aceptable usar una blusa sin mangas, apunta Quartz, “vestirse ‘mal’ puede ser profundamente humillante, especialmente si la empleada en regresada a casa para cambiarse”.
Para evitar estas situaciones, el medio estadounidense Harvard Business Review recomienda que los directivos siempre sean claros con los miembros de la compañía al incorporarse.
“Vale la pena tomarse solo cinco minutos para hablar con de nuevo ingreso sobre aquello que es apropiado y lo que no lo es” en lugar de suponer que todos lo sabrán.
Con información de Reuters