Las recientes políticas impulsadas por el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) y la Secretaría de Energía para garantizar la confiabilidad del abasto señalan que el Sistema Eléctrico Nacional no tiene las condiciones necesarias para soportar la entrada de mayor capacidad instalada de fuentes de generación intermitentes.
Se trata de un problema que ha sido señalado por expertos desde hace años y que la autoridad tiene la necesidad cada vez más apremiante de arreglar.
Esta modernización se puede dar mediante diversas estrategias y algunas de ellas no requieren una gran inversión pública, aunque podrían ir contra los intereses de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Elie Villeda, analista del sector energético, señaló que una de las principales recomendaciones para aumentar la confiabilidad de la red radica en la instalación de múltiples plantas generadoras con base en tecnología renovable, y que la cualidad centralizada de la operación de la red en México podría facilitar esta alternativa.
“Tenemos un sistema interconectado con un sólo operador que es Cenace y un sólo transmisor que es la CFE, por lo que se pueden mover cargas muy fáciles dentro del sistema si se llegaran a integrar más renovables”, explicó.
Esta integración requeriría de una mayor dispersión geográfica de las centrales de generación, con un especial enfoque en los nodos en los que ya se han detectado problemas. “No es necesario atacar el problema desde gobierno, se puede informar a la industria privada sobre problemas específicos para que esta trate de ayudar a resolverlo”, destacó.
Otra forma de ayudar a la carga del sistema sería la implementación de almacenamiento, que Villeda resaltó se puede conseguir condicionando futuras licitaciones al establecimiento del mismo y emitiendo la regulación de almacenamiento que continúa pendiente.
“A lo mejor va a haber una falta presupuestaria para las líneas de transmisión de aquí a tres años, y mientras no se promocionen proyectos de infraestructura de transmisión, lo mejor que puedes hacer es enfocarte a una política de almacenamiento”.
El experto destacó que una política que obligara a los nuevos proyectos a implementar soluciones de almacenamiento sería suficiente para mejorar la confiabilidad del sistema incluso con la capacidad extra que esto conlleva.
Además, destacó que en Europa y Estados Unidos ya se estudian soluciones de almacenamiento distribuido que pretenden colocarse en hogares privados que cuentan con paneles solares.
René Narváez, experto en el mercado eléctrico, recordó que durante la administración pasada se planearon dos obras, una en el Istmo y una en el Noroeste del país, que pudieran haber aumentado la flexibilidad del sistema nacional, y señaló que la flexibilidad de la red era suficiente hace un par de años, pero que las autoridades ya sabían que no se podría seguir incorporando energía al mismo ritmo por muchos años.
“Eventualmente se iba a tener que hacer una inversión pensando en una modernización del sistema eléctrico tanto a nivel de proyectos de gran escala como a nivel generación distribuida”, explicó.
Uno de los grandes obstáculos para que se desarrollen proyectos de esta naturaleza es el poco espacio presupuestal con el que cuentan CFE y Sener, sobre todo con el enfoque de esta última en Pemex.
“Hoy el esquema permite desarrollar modelos como subastas y licitaciones, con distintos esquemas de financiamiento y participación que se podrían explorar siempre y cuando el estado no concesione las redes. Los esquemas innovadores existen”, destacó.
El problema de hacer esto, señaló Narváez, es que una infraestructura suficiente abriría la puerta a la entrada de competencia contra CFE, algo a lo que la empresa se ha mostrado adversa en tiempos recientes.