La International Energy Agency publicó un reporte en el que menciona el crecimiento del uso de suelo residencial per capita como el principal reto para la eficiencia energética a nivel mundial.

El mismo reporte sitúa a México como el segundo país que más crecimiento ha experimentado en este indicador en los últimos diez años; pesa a ello, ha dado pasos exitosos, aunque insuficientes, en materia de eficiencia.

En la medida que las personas aumentan sus ingresos hay una relación directa con la superficie por vivienda: a mayor ingreso se buscan viviendas más grandes que además disminuyen su número de residentes. Estas viviendas están cada vez más alejadas del centro de la ciudad, porque es donde se puede acceder a mayores extensiones de suelo.

Enrique Soto, Urbanista

Soto explicó que esta migración a las afueras de las ciudades tiene consecuencias negativas para las políticas de adaptación al cambio climático, sobre todo por el aumento en las distancias que los ciudadanos tienen que viajar para acceder a su trabajo.

“Las ciudades son básicamente mercados de empleo y es el segundo motivo de viaje más importante en las ciudades, después de la vivienda. En medida que la gente viva más lejos de estos satisfactores la gente tiene que desplazarse más”.

El sector del transporte es uno de los que menos avances han tenido recientemente en materia de eficiencia, y muchos de estos avances se han dado por políticas públicas extranjeras, como las reglas europeas de emisiones, que han modificado también los modelos de autos que se comercializan en México.

José Celis, consultor de eficiencia energética, explicó que los transportistas y los consumidores en general no llevan los registros necesarios de su consumo de gasolina y muchas veces no realizan mantenimiento preventivo, medidas básicas necesarias para mejorar la eficiencia de sus unidades.

Celis agregó que el consumo energético residencial representa sólo el 14% del total nacional, y es el segmento en el que mayores avances se han dado en eficiencia eléctrica debido a la prohibición de focos incandescentes y la implementación de normas de eficiencia a calentadores y electrodomésticos.

[Para aumentar la eficiencia energética en México] Nos ha faltado arremangarnos y decir ‘le queremos bajar’. Conocemos las medidas, pero no siempre son populares y algunas no las hemos tomado porque sabemos que no nos van a gustar

José Celis, consultor de eficiencia energética

Sin embargo, el especialista advirtió que no se han conseguido los mismos avances en materia de eficiencia térmica, donde el uso de calentadores solares y tuberías térmicas no ha adquirido el auge necesario.

A pesar de que el sector residencial consume relativamente poca energía, su crecimiento está vinculado al crecimiento de la industria de la construcción y de algunos otros sectores.

En estos sectores la adopción de energías renovables y la implementación de medidas de eficiencia no han sido tan rápidos como en otros países, lo que afecta los índices nacionales de emisiones de carbono y de consumo energético.

Esta lentitud en la adopción podría deberse a la “desconfianza” que las empresas tiene de la confiabilidad de estas tecnologías, consideró el experto.

Celis explicó también que, para medir los avances reales que México ha conseguido hasta la fecha, sería importante que la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía replantee la línea base mediante la cual se juzga el éxito o fracaso de las políticas públicas, pues la adopción de ciertas medidas de eficiencia ha provocado la modificación de las condiciones de eficiencia del país.

En 2017, los sectores de agricultura, industria, transporte, público y comercio consumieron 2.4 millones de barriles equivalentes de petróleo. Transporte e industria representaron alrededor del 80% de este consumo.