La disposición final de los residuos sólidos en México debe de ser atacada con educación en las personas e inversión en infraestructura, de manera que el país pueda alcanzar sus objetivos en la reducción de basura, de acuerdo a la empresa de multiempaque sostenible Hi-Cone.

Falta infraestructura y conocimiento, el cómo y dónde se depositan los residuos. Los consumidores mexicanos tienen el sentimiento de reciclaje, solo no saben en dónde están las facilidades

dijo Shawn Welch, presidente del grupo para la división para equipos de embalaje.

De acuerdo al ejecutivo las inversiones deberían formarse en una combinación de gobierno e iniciativa privada, para acercar a la población lugares donde poner ciertos tipos de desperdicios, así como en diferentes medios de recolección de los mismos.

En el reporte de la compañía, siete de cada diez mexicanas reconocen la importancia del reciclaje, pero solo el 35% entiende el significado de economía circular. Este se refiere al aprovechamiento de los elementos, en donde, después de cumplir con el propósito del artículo se vuelva a usar o se transforme en otro, en lugar de ser desechado.

En otras palabras, la economía circular pretende incrementar la participación en la eliminación de residuos a través de las prácticas de reutilizar, reducir y reciclar.

“En México, tres cuartas parte de los encuestados (75%) creen que se necesitan más contenedores de reciclaje en espacios públicos, el 72% sugieren la necesidad de contar con más centros de reciclaje y 65% sugiere que ocupan más contenedores de reciclaje en el hogar”, detalla el estudio.

La empresa, que se encarga de realizar los multiempaques para las cervezas en lata en su presentación de seis, de Heineken y de AB InBev, tiene como plan alcanzar para 2025 que el 55% del plástico utilizado en México sea biodegradable, rehúsale o comportable.

El programa está vigente en Estados Unidos, en donde con su producto, RingCycles, se elabora con más de 50% de contenido reciclado posconsumo, según la firma.

Prohibir no es la ruta

Ante la nueva ley que entró en vigor en Ciudad de México, en la que se prohíbe el uso de plásticos de un solo uso, Welch comentó que, aunque la intención es buena, no ataca de fondo el problema

“Creo que es mejor proveer infraestructura para aprovechar los recursos valiosos que significan los residuos, en lugar de una prohibición que da pie al uso de otros artículos que son peores para el ambiente”, dijo.

En el país, la industria del plástico levantó la voz ante la prohibición, ya que la categoría de empaques y embalajes pesa cerca del a mitad de la producción nacional anual, mientras que en un segundo sitio están los enseres de consumo general.

Inviable cambiar a plásticos compostables para industria mexicana