Hace cinco años, los ingresos de editorial, sorteos, espectáculos y futbol de Grupo Televisa, que concentran el segmento de Otros Negocios, equivalían a cerca del 10% de los ingresos totales, una proporción que al segundo trimestre de 2020 apenas supone el 2.5% del total, en buena medida por el impacto del COVID-19 en cada negocio que integra la división.

En conferencia con analistas tras el reporte de resultados, Alfonso de Angoitia, co-director de Televisa, dijo que era previsible el resultado en esta división de negocio.

Inicialmente se vio afectada por el cierre de los sitios de juegos, los puntos de venta minoristas donde venden revistas, los cines que exhiben las películas que distribuyen y la suspensión de eventos deportivos.

No obstante, la contingencia global por la pandemia del coronavirus no es lo único que ha llevado a este segmento a la baja durante los últimos trimestres. La contracción de Otros Negocios también es resultado de la estrategia de la televisora para desprenderse de activos no estratégicos.

Los cambios de rumbo de Televisa no son nuevos.

Desde hace varios años, a la par de su intención de irse desprendiendo de estos activos, también ha fortalecido sus negocios más rentables, como son Cable y Sky, incluso al lanzar un nuevo servicio de telefonía móvil.

Funcionalmente, la estructura de Grupo Televisa ya cambió. A juzgar por el negocio en el que está viendo crecimiento medido en suscripciones y por lo que aporta cada división a la utilidad del grupo, Televisa podría ya verse como una compañía de servicios de telecomunicaciones que tiene otros segmentos de contenidos

dijo Jesús Romo, analista de Telconomía. 

En ese sentido, el especialista señaló que las dos fuerzas de esa transformación es la contracción de contenidos más negocios, así como una expansión de lo que le aporta el segmento de telecomunicaciones (incluso sin Sky).

El último ‘trato cerrado’ de la televisora es la venta de su participación del 50% en Radiópolis a la familia Alemán, un acuerdo que finalmente se cerró el pasado 2 de julio después de meses de turbulencias y a un año de anunciar la venta.

Por esta venta, la televisora recibió 1,248 millones de pesos más un pago de dividendo de 285.6 millones de pesos.

La empresa fundada por la familia Azcárraga esperaba correr la misma suerte con la venta de su participación del 40% en Ocesa, subsidiaria de la Compañía Interamericana de Entretenimiento (CIE), pactada en julio de 2019. Sin embargo, no ocurrió así.

Así le fue a los ingresos de la televisora en el segundo trimestre del año:

En junio pasado, Televisa anunció la desaparición de seis publicaciones icónicas de su editorial, un negocio que en opinión de Benjamín Álvarez, analista de CI Banco, si llega a venderse, sería en partes, pues descarta que haya algún interesado de una compra en conjunto.

La área editorial tiene el impacto más fuerte y el mayor cambio, porque a nivel global es una industria que ya no genera ingresos, además de que si acaso buscaran migrar solo a la parte digital, ya hay una sobre oferta, incluso desde antes

Para el especialista, poco a poco esta división va a pesar cada vez menos en los resultados de Televisa, que se agudiza con el escenario actual de cierre de casinos y la imposibilidad de disputar partidos de futbol eliminó gran parte de la publicidad en TV, que se suma al cobro de las entradas y la administración del equipo.

Los ingresos de Otros Negocios en el segundo trimestre fueron de apenas 567.1 millones de pesos.